El centro de drogodependencia trata a cerca de 300 personas

Puesto instalado por la unidad en la Rúa Cardenal (Foto: AEP)
photo_camera Puesto instalado por la unidad en la Rúa Cardenal (Foto: AEP)

El centro de drogodependencia de Monforte de Lemos, que se abrió en junio de 1987, y desde entonces ya trató a más de un millar de personas, con una atención media de entre 250 y 300 personas por año, algo más que en las primeras épocas de la unidad asistencial, pues se aprecia una variación en los tipos de adicción más frecuentes y un incremento de las mismas.

En épocas pasadas, la droga más consumida era la heroína y actualmente el consumo se diversificó en cocaína, alcohol, tabaco y cannabis, según los responsables del centro. No obstante, «también se percibe una concienciación mayor. Hay jóvenes pero también muchas personas mayores que quieren alejarse del mundo del alcohol y del tabaco, sobre todo a raíz de la nueva ley de espacios sin humo», indicó la directora del centro, Ana Fernández.

La unidad presta atención a dos áreas sanitarias. Además de la de Monforte, también se cubre la comarca de O Barco de Valdeorras, área a la que se desplaza parte del personal una vez por semana. En total se trabaja en 17 ayuntamientos.

Para ayudar a los pacientes, el centro cuenta con una plantilla compuesta por profesionales que llevan a cabo tratamientos psicológicos, terapias de grupo, talleres e incluso facilitan la consecución del certificado académico. Además, realizan programas de prevención en colegios, institutos, hospitales, centros sanitarios y a pie de calle como en a Rúa do Cardenal. Por si fuera poco, próximamente repartirán folletos en los establecimientos hosteleros para recordar la prohibición del consumo de alcohol a menores de 18 años.

El centro está a la espera de unas subvenciones de la Xunta para colocar, como en otras ocasiones, puestos de información sobre drogas y sexualidad en la Rúa Duquesa de Alba.

Entre los llamamientos de la unidad, el personal recuerda que no solo está a disposición de los drogodependientes sino que también tienen la labor de informar a jóvenes, familias y en general a todas las personas que así lo deseen para prevenir cualquier tipo de adicción.

Con el fin de animar a los afectados que se resisten a dirigirse al centro, la directora comenta que «lo primero es dar el paso de entrar simplemente para tener información. De esta forma puede que se recapacite y se trate».

Según ella, los procesos terapéuticos y las actividades de recuperación que se llevan a cabo en el centro monfortino y en otros de Galicia, «se puede alcanzar la normalización del drogodependiente».

LA DIRECTORA
«La implicación de la plantilla es total en todos los sentidos»

La directora del centro, Ana Fernández, resaltó que la unidad cuanta con «grandes trabajadores tanto desde su fundación como en la actualidad. Se implican en todos los sentidos». En las dependencias trabajan un monitor, un auxiliar, una educadora, una trabajadora social, un diplomado en enfermería, una psicóloga y una psiquiatra.

Colaboración familiar

Los especialistas se implican con la finalidad de que la labor preventiva sea lo más eficaz posible y los drogodependientes se puedan recuperar.No obstante, la colaboración de las familias también desempeña un papel importante para que los afectados puedan salir adelante, remarcó la especialista.

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