El Castañazo Rock reunió en Chantada a casi 4.000 personas de toda Galicia

Los organizadores del festival ofrecieron a los participantes actividades paralelas, como cantos de taberna y juegos bravús
Uno de los grupos que participó en el certamen de cantos de taberna
photo_camera Uno de los grupos que participó en el certamen de cantos de taberna

El festival Castañazo Rock, que  llegó a su decimocuarta edición, llenó de juventud Chantada. La organización indicó que se congregaron cerca de 4.000 personas atraídas por la calidad de los grupos que este año participaron y llenaron con su potente música el ambiente de la villa del Asma.

Por el módico precio de 17 euros, en venta anticipada, los asistentes pudieron disfrutar de los grupos Poetarras, La Raíz, Def con Dos, Nao, Esne Beltza, Familia Caamagno y Ezetaerre. Las personas que llegaron a última hora, justo antes de que comenzasen los pases, tuvieron que desembolsar cinco euros más.

Cuestiones pecunarias aparte, el festival fue todo un éxito no solo por el buen hacer de los músicos, sino también gracias a los cientos y cientos de personas que llegadas de toda Galicia se involucraron activamente en las numerosas propuestas que se convocaron antes del inicio de la sesión musical, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.

Y es que la jornada comenzó pronto, poco antes de las tres de la tarde, con un concurso de cantos de taberna que resultó muy animado, tanto en las calles como en los locales de hostelería.

Destacaron por su puesta en escena grupos como Macizas Centrais, Comando Morrazo, O Toxo e as Chorimas o O Almorzo Piscodélico dos Majetes.

Fue tal el seguimiento que hubo de estos y otros conjuntos por el centro de Chantada que este sábado parecía el mejor día de la tradicional feria del vino, cuando la villa del Asma se llena de gente.

A esta propuesta festiva le siguieron otras, como juegos bravús en los que los participantes debían de mostrar su habilidad en ‘debullar millo’, lanzar gorras, clavar una punta en un tronco de un solo golpe, encestar ‘ourizos’ de castañas en un capazo o demostrar la habilidad con la billarda.

Como método para que unos y otros, competidores y espectadores, cogiesen fuerzas antes del inicio de los conciertos, los organizadores ofrecieron un gran magosto que muchos acompañaron con vino de la nueva cosecha, pues para eso estaban en el corazón de la Ribeira Sacra y a la vez de Galicia, como reza el lema acuñado hace ya muchos años .

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