El cambio en la Xunta demora la compra del castillo de Pambre

Un grupo de turistas, a la entrada del castillo de Pambre (Foto: Sebas Senande (AEP))
photo_camera Un grupo de turistas, a la entrada del castillo de Pambre (Foto: Sebas Senande (AEP))

La adquisición del castillo de Pambre, ubicado en el municipio de Palas de Rei, por parte de la Xunta de Galicia, se retrasará todavía más por los cambios producidos en el Gobierno gallego y, concretamente, por la fusión en su solo departamento de las consellerías de Cultura y Educación.

El portavoz de los propietarios, José Donaire, responsable en Vigo de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres, señaló a este periódico que desde que el nuevo conselleiro Jesús Vázquez se había hecho cargo del departamento de Cultura, «no hemos mantenido ningún contacto y, realmente, no sabemos hasta qué punto es prioritario para él cerrar la adquisición del castillo. Por el momento, no sabemos nada y todo está sin cerrar definitivamente. Aunque es lógico el retraso por los cambios -añadió-, ya han pasado varias semanas y no tenemos noticias».

Los trámites para que la Xunta materializase la compra del monumento estaban pendientes de resolver una serie de gestiones burocráticas relacionadas con la documentación de las fincas que rodean la fortaleza palense y que se incluyen en el mismo lote.

El hermano José Donaire, sin embargo, considera que «esos problemas ya están solucionados».

Cinco millones

Hace un año, a finales de enero del 2011, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunciaba en Palas el acuerdo alcanzado con los Hermanos Misioneros para integrar Pambre en el patrimonio público por poco más de cinco millones de euros.

Según el convenio, los pagos se efectuarían en 15 anualidades de 350.000 euros cada una, pero un año después de alcanzar el acuerdo, la congregación religiosa todavía no ha recibido ni un euro.

Situación crítica

Los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres realizan en Vigo una importante labor social, atendiendo a personas desfavorecidas de forma muy diversa, desde darles cobijo y comida, a ayudarles a buscar un empleo o atenderlos en caso de enfermedad.

Esta vasta labor social exige una importante financiación y, en la actualidad, la congregación está atravesando serios problemas para mantener los servicios que ofrecen, ya que no disponen de fondos y tienen varias deudas importantes.

Al comprometerse a adquirir el castillo, el propio presidente de la Xunta alabó la labor de estos religiosos y subrayó que el dinero de la compra se iba a invertir «nos máis febles».

Mientras Pambre, que fue abierto al público en julio de 2010, recibió más de 20.000 visitantes en medio año.

La fortaleza había permanecido cerrada a cal y canto por su anterior propietario, el conde de Borraxeiros, a pesar de que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

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