Los precursores y seguidores del movimiento bravú volvieron ayer a sus orígenes para conmemorar que en octubre de 1994 comenzó a dar sus pasos toda una corriente musical a raíz de una cena celebrada en la taberna El Caballero, ubicada en el pueblo chantadino de Viana. A Aquella reunión, en torno a un completo cocido, habían asistido los miembros de los grupos Os Rastreros y Os Diplomáticos después de actuar en la segunda edición del Castañazo Rock, un evento que año tras año congrega a miles de personas en el mercado ganadero de Chantada. Los organizadores de ese festival celebraron ayer en Viana un nuevo encuentro para conmemorar las dos décadas del movimiento bravú con diversos actos en los que no faltaron unos buenos chorizos con patatas y carne ‘richada’, además de queso, membrillo y licores.
Pero como lo primero es lo primero, el programa se inició a mediodía con el descubrimiento de una escultura colocada en
