La calidad del agua de la traída de Baralla ha provocado un enfrentamiento entre los representantes del BNG y el gobierno local del PP. Los nacionalistas creen que el agua no es apta para el consumo y denuncian que estos días salía de los grifos «un líquido que en nada se parecía á auga», ya que estaba completamente turbia y cargada de materiales en suspensión.
Los problemas se hicieron especialmente evidentes el pasado lunes, coincidiendo con una jornada de intensas lluvias. Sin embargo, los nacionalistas creen esta situación es algo que se repite con frecuencia y que se debe «a unha infraestrutura que está obsoleta», por lo que piden al gobierno local, que dirige el popular Manuel Jesús González Capón, «que non mire para o outro lado» y que busque una solución de futuro.
Por su parte, el alcalde de Baralla cree que el problema surgido el pasado lunes es «muy puntual», ya que fue una jornada en la que llovió de forma muy intensa después de meses sin hacerlo.
Capón explica que la captación del agua de la traída se hace directamente del río, lo que motivó que ante los intensos chubascos del lunes el agua estuviese especialmente turbia, «pero se trata de una incidencia muy puntual que no suele suceder».
Mientras los nacionalistas defienden la necesidad de buscar nuevos manantiales que permitan suministrar de agua potable a todo el municipio, Capón insiste en que eso no es posible y que el río es la mejor opción. El regidor también destaca las últimas inversiones llevadas a cabo en la depuradora, mientras que los nacionalistas reclaman a Sanidade que actúe de oficio para prevenir posibles problemas sanitarios.
