El BCE asegura que no se dan préstamos en España porque la demanda es ''débil'' y el endeudamiento ''excesivo''

El miembro español del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, ha considerado hoy que los préstamos a tres años del organismo europeo contribuirán a financiar la economía real, pero ha advertido de que "habrá crédito en los sitios en los que haya demanda".

En su intervención en el encuentro financiero internacional 2012, organizado por Bankia y el diario El País, González-Páramo ha recordado que la semana pasada el BCE prestó a la banca casi 530.000 millones a 3 años con un tipo de interés del 1 %.

Esa financiación llegará a la economía, ha dicho, pero en declaraciones a los periodistas ha recordado que aunque en España se haya producido un ajuste muy importante del crédito en 2009 y 2010, la demanda sigue siendo débil y el endeudamiento, excesivo.

Ha explicado también que la financiación del BCE, a la que supuestamente han acudido de forma masiva entidades españolas e italianas, está para ser usada, por lo que no debe considerarse un estigma.

En su opinión, el acceso de los bancos a la financiación del BCE se trata de una simple cuestión de negocio, aunque ha insistido en que en principio las entidades deberían conseguir liquidez en los mercados mayoristas.

Después de enumerar las distintas medidas aprobadas por el organismo europeo durante los últimos años, González-Páramo ha expresado que solución definitiva a la crisis exigirá que se separe la suerte de los bancos de la situación de sus países.

Es decir, que si una entidad es solvente, no tenga dificultades para financiarse en los mercados ni tenga que verse obligada a pagar sobreprecios sin sentido por el riesgo que se aplica a sus países.

Por eso, ha elogiado el retorno en los últimos días y después de varios meses de algunos bancos españoles a los mercados mayoristas con emisiones de cédulas hipotecarias o deuda sénior, como la colocada por el Banco Popular el pasado viernes.

Además, González-Páramo ha considerado "muy buenas" las medidas de política fiscal tomadas en países como España e Italia, pero ha advertido de que no hay margen para la "autocomplacencia" y por ello ha pedido a los Gobiernos que sigan actuando.

Ha insistido en que España es uno de los estados que debe avanzar en sus ajustes fiscales y en la implementación de medidas estructurales para dinamizar la economía.

Todo ello porque aunque algunas voces reclamen la implantación de eurobonos, el consejero del BCE ha considerado que no se puede pensar en que sean una solución en el corto plazo, ya que son un instrumento parecido a la deuda pública federal y que, por tanto, tienen sentido cuando, a diferencia de Europa, un área actúa como una federación.

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