El aval de los maquinistas: una extensa formación que los acredita ''sobradamente''

Están pasando "un trago" y reconocen que tras lo ocurrido en la curva de Angrois "animicamente non se vai da mesma maneira" en la cabina de un tren, pero aseguran que saben qué tienen que hacer como profesionales.

"Calquera maquinista que vaia circular hoxe en día está sobradamente preparado", subraya el conductor y representante del sindicato Semaf Luis Antonio García Sixto, convencido de que "profesionalmente non hai ningunha dúbida". El aval que presentan es una formación que se inicia con la obtención del título y continúa mientras prestan servicio, con un programa de formación que Renfe está revisando tras el accidente junto a otros protocolos.

-Formación teórica y práctica para obtener el título

Para llegar a ponerse a los mandos de un tren hay que empezar por obtener el título de conducción. Y para eso hay que realizar un curso de 1.150 horas entre preparación teórica y práctica, siempre que se cumplan los requisitos de tener más de 18 años, una formación académica previa mínima de bachillerato o FP superior y se acrediten las condiciones psicofísicas requeridas. Completadas las clases, los aspirantes a conductores deben superar un examen organizado por el Ministerio de Fomento.

-Habilitación para cada tren y ruta, que caduca si no se usa

Con el título en la mano, los profesionales deben realizar una formación complementaria en la empresa antes de conducir un tren. Así, se preparan tanto para las máquinas como para las infraestructuras que vayan a utilizar. Según explica el secretario general del sindicato de maquinistas, Juan Jesús García Fraile, los cursos que habilitan para usar las máquinas duran entre 80 y 160 horas, en función del aparato. La flota de alta velocidad, también el Alvia, es la que requiere más preparación. Con todo, "no vale con estar autorizado". "También hay que estar utilizando las máquinas y las infraestructuras" para las que se está habilitado. Si un conductor no lo hace durante más de un año debe pasar por un "reciclaje" para recuperar la acreditación.

-Simuladores para hacer frente a imprevistos y a peligros

La formación debe servir para aprender a enfrentar imprevistos y situaciones de riesgo, y eso se hace fundamentalmente a través de simuladores que pueden situar vehículos o barreras bajadas en una vía ficticia. Se utilizan desde la primera formación para obtener el título, impartida en centros como el creado por Renfe en Santiago de Compostela en 2010.

-Reconocimientos periódicos y formación continua

Con títulos y habilitados para sus servicios, los profesionales realizan una "formación continua" y la requerida para mantener el permiso de conducción, según apunta García Fraile. Además, deben superar un reconocimiento médico "exhaustivo" periódico, que se realiza cada tres años hasta que el conductor cumple los 50. Después, deben pasarlo cada dos años hasta los 55 y cada doce meses tras superar esa edad. Aunque en principio pueden trabajar hasta los 65, la edad media de retiro es de 61.

-Controles aleatorios en el servicio y tras una incidencia

Renfe y Adif también pueden realizar controles a los conductores a mayores de los programados. Son unas pruebas "aleatorias" al inicio del servicio, "sobre todo —dice el sindicalista— por si el maquinista no va en las debidas condiciones". No se les pueden detectar drogas ni superar los 0,10 mililitros por litro de aire espirado en los test de alcoholemia, menos de la mitad de la tasa máxima permitida al común de los conductores de coche. Además, no deben trabajar si consumen determinados medicamentos. Los reconocimientos también se realizan tras una incidencia.

-Hasta cinco horas y media de conducción continuada


Los maquinistas descansan dos o tres días por cada cinco de actividad, organizados en ciclos de 38 jornadas. De estas, conducen en 25, y lo hacen sin acompañante, salvo en situaciones excepcionales. Según Semaf, la jornada diaria puede ser de entre ocho y nueve horas, aunque no se les permite superar las cinco y media de conducción continuada, tope que se rebaja a cinco en los trenes Ave o nocturnos. Si lo alcanzan, pueden volver a coger los mandos hasta completar la jornada si descansan al menos 45 minutos. Su salario oscila entre los 30.000 y 57.000 euros brutos anuales, con dos complementos variables.

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