El atropello mortal de una menor no pudo juzgarse al no acudir un guardia

La ausencia de un guardia civil que había sido citado como testigo obligó ayer a suspender un juicio por el atropello mortal de una menor en el municipio de Antas de Ulla. La niña, de quince años de edad, circulaba en bicicleta acompañada por su padre cuando fue arrollada por un turismo.

La vista oral contra el conductor del coche iba a celebrarse ayer en el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, pero el agente que instruyó el atestado del siniestro no acudió a declarar y tampoco justificó su ausencia, por lo que el juicio fue aplazado.

La suspensión se produjo después de que las acusaciones alegaran que el testimonio del guardia resultaba fundamental para probar la responsabilidad del imputado en el accidente.

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