El arte del Camino en madera

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El sarriano José Luis García Moreira lleva toda una vida unido a la escultura y al Camino de Santiago. Este artesano abrió su taller en plena ruta jacobea —ubicado en la Rúa Maior de Sarria— en el Ano Santo de 1993. Muchas de sus obras están relacionadas con el Camino y estudia realizar diversas actividades para dar a conocer este trabajo artesanal el próximo Año Santo 2010.

Uno de los proyectos que baraja es abrir las puertas de su taller a los peregrinos y visitantes, además de celebrar un curso en Sarria, donde ya ha dirigido tres, durante el cual los alumnos efectúen una gran obra sobre la villa que una vez terminada sea expuesta en ella. García Moreira estudia realizar un taller, igual al que dirigió en Monforte de Lemos y que finalizó recientemente, donde los alumnos crearon un mural sobre la localidad de diez metros cuadrados que será expuesto en un lugar destacado de la ciudad
del Cabe.

Éste no es el único curso que impartió en los últimos tiempos, ya que desde los años 90 realiza numerosos talleres en los que los resultados «foros moi bonitos e satisfactorios». Según explica, los alumnos, de todas las edades, suelen mostrar un gran interés por la escultura y hasta en algún caso le llegaron a decir que la talla «é o mellor que lle pasara na súa vida». «Imagínate como me sinto cando me dicen  esto», comenta divertido y orgulloso por la labor realizada por sus alumnos.

En estos cursos ha descubierto a personas que después decidieron dedicarse profesionalmente a la talla y que se han labrado un importante currículum en este difícil mundo. «As persoas teñen que ter unhas actitudes, unhas cualidades. Eso de que o arte nace e non se fai ten algo de verdade», comenta.

Su obra está muy relacionada con el Camino de Santiago, ya que son muchos los peregrinos que solicitan piezas con motivos jacobeos, lo que lleva a que sus trabajos estén esparcidos por el mundo, aunque sus principales clientes proceden de Galicia. Uno de los últimos encargos que recibió es la creación de un  gran mural de la catedral de Santiago de Compostela. Armado con un simple cincel y su paciencia y buen hacer labra esta gran pieza, que mide 3x1,80 metros y que se expondrá en la consulta de un médico, donde más de uno se quedará con la boca abierta. Hasta el más mínimo detalle de la catedral está reflejado en este trabajo, al que dedica horas y horas, muy difíciles de cuantificar.

Religión
La catedral y elementos jacobeos, como el apóstol Santiago o el pórtico de la gloria, se alternan en su taller con imágenes religiosas, pues la Iglesia es uno de sus clientes más importantes, con peticiones sobre todo de imágenes religiosas y restauraciones. Recientemente ha restaurado un retablo del siglo XVIII del Seminario de Lugo, además de otras piezas de templos de la provincia. Algunas de las imágenes que pueden verse en las iglesias son de su creación, como una talla de la localidad de Oural. Según comenta, estas piezas son complejas, ya que los rostros deben transmitir varios sentimientos, como dolor y alegría o paz. «Todas estas pezas son un símbolo, transmiten unha simboloxía», recalca.

Algunas de sus creaciones siguen en su memoria por un motivo especial, como la pieza que el Ayuntamiento de Láncara regaló a Fidel Castro durante una visita a Cuba o la escultura del rey Alfonso IX que preside la plaza del Concello de Sarria en la localidad que fundó.

La talla, una afición accidental
José Luis García Moreira comenzó en la escultura de forma «accidental» en su infancia al conocer algunos talleres y ‘obradoiros’ que se impartían en la zona. Las visitas a estos talleres conllevaron que este sarriano quisiera conocer más a fondo este arte.

Se trata de una dedicación netamente vocacional y personal, ya que, según explica, nadie de su familia se había dedicado antes a la escultura.

El taller es su vida
Las circunstancias de la vida lo llevaron a vivir en varias ciudades y a realizar otras actividades, aunque en su día a día siempre había un lugar para la talla. Hoy, lejos ya de aquel niño que quiso acercarse a este arte, trabaja con su mujer, Beatriz Vila, en su taller de Sarria, que compagina con otros trabajos. Mientras que su compañera se dedica fundamentalmente a la pintura de las obras, él
las restaura y crea nuevos trabajos, principalmente por encargo.

Aprendizaje
Dice se puede vivir de la escultura, aunque también reconoce que es una actividad difícil tanto económicamente como técnicamente. Además, recalca que se necesita toda una vida de aprendizaje y seguir investigando. Cuando toque la hora de la jubilación planea continuar con esta afición. «Mentras que poida seguirei vinculado ca escultura».

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