El año que tocará gestionar la escasez

Sendas jugadas de las finales benjamín y alevín.
photo_camera Sendas jugadas de las finales benjamín y alevín.

Administrar la bonanza siempre tiene un mérito relativo. Hacerlo en plena recesión, y con unos presupuestos que retrotraen los grandes números a las cuentas de 2004, es bien distinto. Si nos atenemos a las aspiraciones que emanan de los presupuestos presentados por la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, en cuanto a rigor y cumplimientos de los requisitos de déficit y deuda pública, irrenunciables a ojos de Núñez Feijóo, podríamos establecer un paralelismo futbolístico sin alejarnos mucho de la realidad: Galicia aspira a acabar la liga en puestos de Champions y para ello renuncia a grandes desembolsos en la confección del equipo, apelando a la profesionalidad de la plantilla (no solo a los funcionarios) y a sabiendas de que es una de las únicas fórmulas para no quedar desclasificada por juego peligroso.

Más allá de los grandes números, esa caída del gasto no financiero hasta los 8.479 millones (rebaja del 2,5% sobre los del 2012 revisados y un 7,2% respecto a los autorizados a finales del 2011), conviene detenerse en las proyecciones que realiza la Consellería de Facenda sobre el devenir de la economía gallega en el próximo año. Por la sencilla razón de que son precisamente los ejes macroeconómicos (previsión del paro, PIB, balanza comercial…) los que sustentan otras previsiones, en este caso las de ingresos (recaudación fiscal, transferencias) y gastos de las cuentas públicas gallegas. Es una hoja de ruta que requiere un análisis.

Galicia, según las previsiones de la consellería, aspira a finalizar 2013 con un descenso del Producto Interior Bruto del 0,9%, frente a una caída prevista para el cierre de este ejercicio del 1,1%. La tasa de paro subirá en casi un punto, del 20,6% de este año al 21%. Y esa estimación se traza desde un prisma: desde 2010, de forma invariable trimestre tras trimestre, el diferencial con la tasa de desempleo española, que cierra el año en el 25,02%, es de cuatro puntos. La Xunta también arma el presupuesto de 2013 confiando en que el consumo final de los hogares se mantenga invariable con respecto a este año, cuando cayó un 2% y dando por seguro que la formación bruta de capital (es decir, la inversión) se recupere ligeramente, al pasar de un retroceso este año del 5,3% al 3,2% en negativo al cierre de 2013. En lo que a la balanza comercial respecta, las importaciones caerán menos y las exportaciones darán la vuelta a sus números negativos, al pasar de un descenso del 1,9% este año a un incremento del 2,3% en 2013. En este aspecto, la Xunta lo fía todo al sector exterior.

Pero si hay algo que condicione especialmente los presupuestos para el próximo año, ese factor es el cumplimiento del déficit público. Las diferencias entre ingresos y gastos de la Administración gallega caerán drásticamente hasta el 0,7% del PIB al cierre del 2012. Un año después, en 2014, el déficit cero será una realidad, al situarnos en el 0,1%. Una idea de la envergadura del ajuste la ofrecen los datos de déficit gallego de 2010 (2,3%) y 2011 (1,6%). Y todo ello teniendo en cuenta que los ingresos no financieros se mantendrán prácticamente estables el próximo año, con un repunte del 0,4%, hasta los 7.984 millones.

Ese techo se mantendrá, por ejemplo, al estimar que los impuestos indirectos crezcan un 3,8%, hasta los 2.943 millones de euros, frente una caída del 2% de los directos. Tradicionalmente, los impuestos indirectos (parte del Iva, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y otras tasas) son los que gravan el consumo y están directamente vinculados con la marcha de la economía y la capacidad de gasto de las familias. Y todo ello en un momento en que el recurso del endeudamiento se limita. Como dato, solo en 2013 los gastos financieros (el coste de esa deuda) presupuestados por la Xunta crecerán un 10,1%, hasta los 299,3 millones.

La propia conselleira de Facensa advierte de que se trata de unos presupuestos «difíciles», a la vez que realistas y rigurosos, para ira de toda la oposición, que los descalifica al unísono. Lo cierto es que se manejará un gasto inferior en 222 millones al del año pasado, acumulando cuatro años consecutivos de reducciones en las cuentas públicas gallegas, algo inédito en democracia. Muñoz defiende que prácticamente ocho de cada diez euros se destinarán a gasto social, pero admite, como esbozan las propias cuentas, que la capacidad de gasto prevista en el presupuesto del 2013 se mantiene en términos nominales similar a la de 2006. Excepto Facenda, todas las consellerías verán reducido su nivel de gasto e inversión, con Medio Ambiente e Infraestructuras, Cultura y Educación y Economía a la cabeza. Todas administrarán escasez para el próximo año. Y eso no gusta a nadie.

En guerra contra el Frob

La propia resolución del Frob que acuerda llevar a cabo la temida operación acordeón en el capital de NCG (reducción a cero del capital por dos veces, para su posterior ampliación en función de la inyección de Bruselas) indica la puerta de salida para que los minoritarios recuperen su dinero. Y es muy estrecha: la Audiencia Nacional. Solo un recurso contencioso administrativo, a interponer en un plazo de dos meses, podrá salvar el dinero invertido: 70,4 millones para un selecto grupo de una veintena de inversores gallegos y los 181 millones que controla la fundación desde la nacionalización de NCG. Ambos paquetes suman el 9,43% de la entidad. La otra alternativa, presentar un recurso de reposición, es un brindis administrativo.

Por tanto, los beligerantes en el seno del grupo de accionistas gallegos de NCG, que los hay, ya tienen un argumento concreto, el definitivo, para acudir a la vía judicial. Y también es de suponer que recurrirán la decisión del Frob por levisa, a pesar de que son muchos los que consideran perdido el dinero. Otro de los melones por abrir, y que también ha estado sobre la mesa, es llevar a la propia entidad presidida por José María Castellano ante los juzgados de lo Mercantil. Pero tanto o más grave que todo ello será la pérdida definitiva de lo que queda de las extintas cajas, aglutinada en torno a Novacaixagalicia, sus más de doscientos empleados y lo miles de gallegos que todavía se benefician de una obra social que tenderá a cero a partir de ahora.

TIPOS CON INTERÉS

Federico Martínez Bayona ? Hace falta algo más que explicaciones en la crisis de Cosmos

La fabricación de cemento es media vida para Cimpor, un grupo portugués que en plena crisis traspasó algunos de sus activos a los brasileños de Votorantim. Dispone de cuatro fábricas, distribuidas en Oural (Lugo), Toral de los Vados (León), Córdoba y Niebla (Huelva) y tres moliendas de cemento (Huelva, Narón y Tenerife), con una capacidad de producción que supera los cuatro millones de toneladas al año. ¿Por qué quieren desmantelar ahora la actividad de Cementos Cosmos? ¿Por qué no cuenta Federico Martínez Bayona, director de la planta, lo que abordaron los directivos del grupo en una reunión en Madrid con el director del Igape?

Andrés Muntaner Pedrosa ? Audasa y Fomento dan un paso por la AP-9, faltan hechos

El hombre fuerte de Audasa, Andrés Muntaner Pedrosa, lleva a gala pasar lo más desaper- cibido posible, lo que le ha permitido seguir al frente de la compañía que gestiona la AP-9 incluso cuando la compraron los americanos de Citi. También se encuentra entre los que integran el círculo íntimo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Algo habrá tenido que ver todo esto en el protocolo firmado por la compañía con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que prevé una inversión de hasta 400 millones en la autopista. De momento, es eso, un protocolo, que se desarrollará a través de varios convenios. Toca esperar por los hechos.

Comentarios