«Las adicciones en el ámbito laboral empiezan a dejar de ser emergentes para convertirse en una realidad, porque el perfil de la persona drogodependiente está muy normalizado y ya no está asociado a desestructuración y marginalidad», explicó ayer el presidente de Proyecto Hombre, Francisco Recio, quien incidió en que las drogas predominates en el ámbito laboral son el alcohol y la cocaína.
Recio añadió que el 46 por ciento de las personas que asisten a programas de la organización para seguir programas de desintoxicación forman parte de la población activa (el 35,3 por ciento con empleo remunerado y el 10,5 cobrando desempleo).
El perfil de la persona con problemas de alcohol suele ser de