El alcalde de Foz empezará a trabajar ya con sueldo desde la próxima semana

Javier Castiñeira, en su despacho. HÉCTOR MANASÉ
photo_camera Javier Castiñeira, en su despacho. HÉCTOR MANASÉ

El nuevo alcalde de Foz, Javier Castiñeira, podrá comenzar a cobrar una retribución por su trabajo como regidor a partir de la semana que viene, que es cuando se celebrará el pleno de organización municipal del Concello de Foz. Hoy se anunciará el día de dicho pleno, aunque según fuentes consultadas por este medio podría ser el lunes o el miércoles.

Foz es el último Concello que falta por organizar sus distintas áreas de trabajo. El lunes se cumplirá un mes desde que el exalcalde José María García Rivera entregara el bastón de mando y desde entonces el nuevo alcalde ha gobernado, pero no ha distribuido las áreas de cada uno de los cinco ediles que conformarán el gobierno local.

Así, en ese pleno de organización, Castiñeira dirá las distintas áreas que se van a gestionar y designará a cada uno de sus cuatro compañeros para llevarlas, ya que, aunque lo intentó, al final no llegó a un acuerdo para que miembros del PSOE o de Unifoz entraran como parte de ese gobierno municipal.

Uno de los temas claves será precisamente el sueldo de Castiñeira, el único que cobrará una dedicación exclusiva del Concello. Tras ganar las elecciones, Castiñeira pensó en que alguno de sus ediles tuviera alguna dedicación parcial, pero luego dio marcha atrás y pensó que lo mejor sería respetar cómo estaba anteriormente, con la única dedicación exclusiva del alcalde socialista Rivera.

En realidad, Castiñeira no tiene las manos libres en ese campo porque al no disponer de mayoría absoluta sus propuestas deben contar con apoyo de alguno de los otros grupos.

En ese pleno también se sabrá la participación de los distintos ediles de la corporación en algunos organismos.

Agotado

El Concello de Foz ha agotado todo el tiempo posible para la creación de este pleno de organización. Mientras, Castiñeira ya ha tenido que afrontar distintos problemas, como la prohibición de sentarse en el jardín de A Rapadoira, que ha creado bastante polémica entre los vecinos y visitantes, sobre todo los fines de semana.

Esta prohibición por ahora no es efectiva, ya que muchos usuarios de ese mismo jardín estaban el pasado sábado y domingo en el mismo lugar que han venido utilizando libremente desde hace muchos años.

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