El agente asesinado en Valencia seguía el rastro de sangre de la maleta donde habían restos humanos

"Justo cuando llegan, aparece el presunto asesino y arremete con un cuchillo contra él", explicó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana
Llegada del féretro con el cuerpo del subinspector del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia, Blas Gámez
photo_camera Llegada del féretro con el cuerpo del subinspector del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia, Blas Gámez

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha confirmado que el agente fallecido al ser apuñalado por un hombre en Valencia seguía el rastro de sangre que iba desde la maleta donde se encontró un torso humano en la calle Peris y Valero hasta el edificio del número 77 de la calle Sueca donde el agresor, que fue abatido por el compañero del policía, le asestó las puñaladas mortales.

Moragues ha confirmado que el agresor, con pasaporte sueco, es el presunto autor del descuartizamiento del cuerpo hallado en la maleta, en este caso, un hombre de nacionalidad española. 

El delegado del Gobierno ha mostrado sus condolencias a la familia del subinspector Blas Gámez, de 51 años, casado y con dos hijos de 15 y 19 años, que llevaba 28 años de servicio y una hoja "intachable". Residente en Torrent, estaba "muy integrado" en la sociedad valenciana", ha destacado Moragues, quien también ha tenido palabras para "toda la familia" del Cuerpo Nacional de Policía, "que estaba muy impactada por esta pérdida de una persona muy querida y valorada".

El responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Comunitat ha confirmado que lo sucedido "deriva de la aparición de una maleta con unos restos de un cuerpo mutilado", un torso, en una maleta entre dos contenedores en Peris y Valero, que dio origen a la investigación policial.

Moragues ha concretado que los investigadores siguieron las pesquisas de los restos de sangre "que demostraban que el asesinato había sido reciente", y el seguimiento de ese rastro finalizó en un domicilio en la calle Sueca.

Según su relato, "justo cuando llegan, aparece el presunto asesino causante de la mutilación y asesinato y arremete con un cuchillo contra el agente" que resultó fallecido. Su compañero, no tuvo "más remedio que abatirlo, dada la agresividad y violencia que mostraba".

El delegado no ha querido ofrecer más detalles dado que existe secreto de sumario y el caso está judicializado y ha apelado a la intimidad de las familias. No obstante, ha dicho que se está rastreando el móvil del crimen de la maleta y el nexo entre la víctima y la persona que fue abatida. La Policía científica está trabajando y todas las hipótesis están abiertas, ha insistido, y ha apelado a la prudencia, sin precisar si el asesino tenía antecedentes.

CAPILLA ARDIENTE. Autoridades policiales, institucionales, judiciales y políticas han asistido este miércoles a la capilla ardiente instalada en el cuartel valenciano de Zapadores con los restos mortales del subinspector Blas Gámez, asesinado ayer durante una investigación por un hombre que fue posteriormente abatido a tiros.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha encabezado la comitiva institucional que ha acudido al cuartel, en el que han coincidido unas trescientas personas, sobre todo miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para dar su último adiós al agente, a quien Zoido le ha impuesto la medalla al mérito policial a título póstumo.

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