Era una despedida casi anunciada, pero se produjo con el sigilo y el sentido del manejo de los tiempos que caracterizó a César Aja como político. Este biólogo, que apareció por sorpresa y a última hora como candidato a la alcaldía de Viveiro, hace casi 30 años, renuncia ahora a la presidencia del comité local del PP y adelanta que no volverá a ser alcaldable. Seguirá como edil hasta las elecciones, pero da por cerrada su etapa municipal, en la que se consagró como gran conseguidor durante sus veinte años como regidor, entre 1983 hasta 2003.
Aja abandona movido por la necesidad de renovación del PP vivariense y para darle tiempo a asentarse a su sucesor. Pesan también sus obligaciones como delegado de la empresa semipública Tragsa en Galicia. Pero nadie duda del valor de su opinión a la hora de elegir alcaldable, ya sea entre sus delfines -el diputado en el Congreso Jaime de Olano y el edil Antonio Bouza- o bien con un tercero en liza. «A maquinaria está engrasada, pero é necesario levar novos aires», comentó al anunciar su decisión.
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