El adiós de Ibarretxe

En todas las democracias los cambios de partidos políticos en el poder son algo normal y deseable, esos cambios son los que las dinamizan e impulsan porque, además, son el reflejo de los que los ciudadanos desean.

No es deseable que una misma persona quiera permanecer para siempre al frente de un gobierno, porque se endiosa, se cree que es imprescindible e insustituible y termina enquistándose en sus creencias de salvador de la patria, erigiéndose como la razón de existir del pueblo; no querer ceder el puesto a quien democráticamente ha sido elegido es creerse el mejor, el único, que todo lo andado se perderá; supone no respetar los principios básicos de la democracia que le han servido para llegar al poder, supone no aceptar la voluntad de las urnas.

Algo así está pasando con quien durante muchos años fue lehendakari, al Sr. Ibarretxe, que no ha asumido que otro será quien gobierne en lo que consideraba su feudo, sus dominios, su casa, y quien en vez de seguir luchando por el País Vasco, se va despreciando a quien le va a sustituir, diciéndole al Sr. Patxi López que solo va a conseguir anular la identidad nacional del País Vasco, que destruirá la identidad de su pueblo, porque él era el gobierno fuerte y estable y su sucesor será débil y frentista. Además lo dice porque se cree amparado en ''su mayoría democrática'', sin darse cuenta que la mayoría democrática es otra, la que va a gobernar.

Mientras se gobierna se sirve al interés de los ciudadanos mientras éstos quieren, luego vendrán otros que democráticamente también servirán esos intereses y, si no es así, las urnas elegirán a otros, es lo bueno de la democracia.

Las palabras de quien se va revelan sólo enfrentamiento por el poder, y eso no es bueno para los ciudadanos, quienes han decidido un cambio.

Sr. Ibarretxe, el enemigo no es Patxi López, él no le arrebatará sus dominios, ni los destruirá, son otros quienes vienen haciéndolo desde hace mucho y a quien hay que dirigir las críticas y el esfuerzo de que no continúen con su sinrazón; de todas formas el pueblo le dará las gracias por el trabajo realizado, seguro.

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