Educadores del centro penitenciario de Monterroso explicaron en días pasados en Rumanía el trabajo que realizan desde hace años en el ámbito educativo y social con el objetivo de que su experiencia pueda servir de ayuda a otros centros penitenciarios europeos que implantan programas en ese ámbito.
Esa puesta en común del trabajo educativo para la inserción de los internos se produjo en el marco de un encuentro del proyecto europeo Grundtvig, que se celebró en la ciudad rumana de Craiovia, bajo la organización de los responsables de la cárcel local.por nombre ‘No más lágrimas’, se centra en la violencia en las aulas y en las familias.
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