Dos vidas separadas por Ley

Happy Arobonosen, una mujer nigeriana de 23 años, está retenida desde ayer por miembros de la Policía Nacional de Viveiro a la espera de que hoy embarque en un vuelo hacia su país natal, tras comprobar las autoridades que se encontraba en situación ilegal en el país. Lo más llamativo de este caso es que la afectada fue detenida tras iniciar los trámitas de matrimonio con Juan Manuel González, un vivariense de 34 años con el que lleva cerca de dos años registrada como pareja de hecho. Ahora su novio se encuentra removiendo cielo y tierra para que esta decisión no se lleve a cabo en una carrera contrarreloj, ya que el avión de su prometida sale hoy a la una de la tarde desde A Coruña.
Juan conoció a Happy en el 2006, justo un año después de que se ordenara la expulsión de la nigeriana por estancia ilegal. Por aquel entonoces su ahora prometida trabajaba en Lugo como ayudante de cocina y tras iniciar la relación decidió mudarse a Viveiro, donde está empleado su novio. Con anterioridad a conocerse Happy ya intentara en varias ocasiones regularizar su estancia en el país, algo que le fue imposible debido a que nunca fue asegurada en ninguno de sus trabajos. A finales de 2007 se produjo la inscripción de la pareja en el registro de hecho, trámite para el que demostraron llevar bastante tiempo unidos. Además, por las mismas fechas se fueron a vivir a un piso que compraron juntos. «Ella ya intentara antes de conocerme a mí que le dieran los papeles. Una vez que me explicó su situación me puse en contacto con el Ministerios de Asuntos Exteriores, desde donde me indicaron que la mejor opción era que nos inscribiésemos como pareja de hecho, ya que así no habría ningún problema», explicó Juan Manuel González.
Happy y Juan llevan en la actualidad más de dos años viviendo juntos, estando ella completamente integrada en Viveiro, aunque sin poder trabajar de manera legal. La pareja decidió finalmente dar el gran paso y casarse, algo que no ha resultado nada sencillo. Para poder recibir los papeles procedentes de Nigeria que dieran validez al matrimonio fue necesario hacer frente a una importante cuantía económica en concepto de tasas, muchas de ellas «abusivas», pero sin las cuales no sería posible llevar a cabo la boda.
El último gran paso de la pareja fue acudir al Juzgado para solicitar fecha para el matrimonio, trámite que realizaron la semana pasada. Los dos contrayentes querían formalizar su unión lo antes posible, de forma que ya tenían cita con la jueza para este viernes. Sin embargo, durante la mañana de ayer desde la Policía Nacional se llamó a Juan Manuel González, indicándole que no estaban todos los documentos acreditativos y que dos agentes se pasarían por el domicilio a recogerlos. Finalmente los policías se personaron en el piso conjunto, llevándose a Happy a comisaría, donde permanece retenida hasta que sea trasladada a A Coruña para coger su vuelo.

Soluciones

La Ley otorga un plazo de 24 horas a la pareja para presentar alegaciones, el cual quiere ser exprimido al máximo por González para tratar que la deportación no se ejecute. También cabe mencionar que Happy, durante todo el tiempo que lleva en España, no cometió nunca ningún delito, excepto el de la irregularidad de su estancia.
Desde la Policía Nacional se indicó que nadie tenía constancia de que la nigeriana residiese en Viveiro. De hecho, los trámites realizados para formalizar el matrimonio fueron los que detectaron la irregularidad, por lo que se ordenó la detención de Happy.

Último intento

Juan Manuel González, sensiblemente emocionado por lo sucedido, tiene previsto acudir hoy a la Subdelegación del Gobierno en Lugo con el objeto de trasladar la situación de la pareja a su máximo responsable, José Vázquez Portomeñe. «Hablé con la jueza y ella me indicó que era muy complicado presentar una alegación en tan poco tiempo por lo que me dijo que lo que podía hacer era hablar con el subdelegado del Gobierno y presentarle toda la documentación, además de contarle el caso».
Hoy Juan Manuel deberá hacer frente a uno de los días más difíciles de su vida, ya que el avión de su prometida despega a la una de la tarde, por lo que él estará en Lugo antes de que inicie su servicio la Subdelegación, ya que no tiene tiempo de perder. Por el momento él no se plantea otra cosa que no sea casarse con Happy y vivir una vida a su lado, pero sabe que es complicado poder solucionarlo en tan poco tiempo. «Tener 24 horas para presentar alegaciones no deja tiempo casi a la reacción», indicó González.
Los amigos de la pareja, por otro lado, tampoco dan crédito a las últimas noticias sucedidas. «Ellos ya han demostrado que llevan mucho tiempo juntos al ser pareja de hecho. Además, ella está completamente asentada en Viveiro y es feliz aquí», indicó uno de sus amigos.

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