Dos jóvenes aceptan dos años de cárcel por obligar a otra a ejercer la prostitución en Santiago

Ambos deberán indemnizar a la víctima con 2.000 euros y no podrán acercarse a ella a menos de 200 metros

Dos jóvenes, MF.P.C y S.G.Z., han aceptado dos años de cárcel por un delito de prostitución por obligar a otra a ejercer esta práctica cuando compartían piso en Santiago de Compostela. Además, ambos deberán indemnizar a la víctima con 2.000 euros, no podrán acercarse a ella a menos de 200 metros y tendrán hacer frente a una multa de 1.400 euros.

La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en la capital gallega, ha acogido este viernes la vista en la que las partes han llegado a la conformidad. Con el acuerdo, que contempla una pena de prisión de dos años, los dos acusados no tendrán que ingresar en la cárcel si no comenten otro delito.

De este modo, está previsto que queden el libertad este mismo viernes, toda vez que ambos habían sido detenidos en los últimos días por no haber comparecido en una vista previa celebrada por este caso. Además, un tercer acusado, con identidad R.M.P., no ha sido juzgado al no comparecer en la vista y encontrarse en paradero desconocido.

En la sesión, el magistrado ha informado de que la orden de no acercarse a la víctima a menos de 200 metros también podrá ser revisada, dado que en la actualidad la justicia no conoce el paradero y residencia de la perjudicada.

HECHOS. En su escrito de acusación, la Fiscalía señala que los hechos ocurrieron el en agosto del 2012, cuando la víctima abandonó su domicilio familiar, situado en Ourense, para irse a vivir con los tres acusados a Santiago de Compostela.

"Al percatarse de la precaria situación en la que se encontraba la perjudicada y de su juventud, -los acusados- le ofrecieron quedarse en el piso que estos ocupaban en Santiago y le propusieron que ejerciese la prostitución para repartir a la mitad los ingresos que la víctima así obtuviera", asegura el Ministerio público.

Según señalada, debido a su situación, la víctima aceptó la proposición y empezó a ejercer la prostitución, en un primer momento en el citado piso y, a partir de noviembre de 2012, en otra vivienda que los acusados alquilaron en Vigo. Con todo, la Fiscalía considera que, una vez que la perjudicada empezó a ejercer la actividad, los acusados "le exigían la totalidad del dinero" y la "amenazaban" para que no abandonase la prostitución y les diese el dinero obtenido.

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