Dos encapuchados causan daños por 2.600 euros en un bar de O Vicedo

Dos individuos encapuchados saliendo de su negocio con dos barras metálicas y caminando sin prisa. Eso es lo que vio desde su ventana el matrimonio propietario del bar vicedense Rogelio. "Hacia las tres de la mañana del lunes sentimos ruidos abajo en el local. Gritamos: ‘al ladrón’; llamamos a la Guardia Civil y más tarde salieron a ayudarnos unos vecinos, pero los ladrones siguieron a lo suyo igualmente y ni siquiera salieron corriendo", matiza la propietaria del establecimiento, Modesta Castro.

"Debían de tener el coche aparcado en una calle posterior, que está llena de árboles, pero el caso es que se fueron caminando, después de diez minutos, pese a los gritos y a que ya estaba avisado el vecindario", continúa la dueña.

Entre los daños causados y la recaudación de la tragaperras, causaron 2.600 euros en pérdidas que los propietarios dan ya por perdidos, a los que habría que sumar otros 900 por los objetos o el dinero sustraído. En total, 3.500 euros.

"Éste es el robo de mayor importancia de los que nos causaron en los últimos tiempos, pero otros dos de importancia los sufrimos hará 20 años, cuando entraron un lunes en el estanco y luego el jueves de la misma semana. Entonces perdimos unos 6.000 euros", recuerda Castro, que, a sus 64 años, lleva muchos al frente de un negocio casi centenario que está al pie de la carretera nacional, en el barrio de O Folgueiro.

Desde el punto de vista de la propietaria, el suceso deja claro que hacen falta más efectivos de la Guardia Civil y de los cuerpos de seguridad del Estado en áreas dispersas como las de la comarca mariñana. A su llamada de advertencia acudieron agentes desde Xove. La víctima del robo agradece la diligencia de los guardias y le pide, al mismo tiempo, al Estado que refuerce los medios y sobre todo la plantilla en A Mariña para incrementar la vigilancia.