Dorribo afirma que no sabía que había contabilidad B en Nupel

Una de las declaraciones más extensas en la vista de ayer fue la del principal acusado, Jorge Dorribo, pese a que reconoció su culpabilidad y ya ha aceptado una pena de 5 años y 11 meses de prisión y más de seis millones en multas. A preguntas de la fiscal María Vázquez, el dueño de Nupel explicó diferentes aspectos de cómo se tramitaron los expedientes en el Igape y cómo contrató a Proitec para este trabajo porque ellos le aseguraban experiencia y buenos contactos, entre los que estaba el del exdiputado del PP Pablo Cobián.

No obstante, lo más sorprendente de su declaración llegó cuando tuvo que responder sobre la doble contabilidad descubierta en Laboratorios Nupel. "Yo no conocía que había doble contabilidad. Lo único que sé es que esos papeles aparecieron en la casa de mi socio", afirmó. Pese a que durante el juicio por la quiebra de Nupel este extremo quedó demostrado, Dorribo insistió en que la contabilidad era cosa de "administración, del asesor externo y de mi socio. Yo era comercial, me dedicaba a las ventas, así que desconozco si había una contabilidad no oficial".

Sí reconoció, sin embargo, que tanto su socio como él se llevaron miles y miles de euros en efectivo de Nupel, que quedaron anotados en la contabilidad B como préstamos. Pero hasta en ese caso defendió que eran realmente préstamos, que en su caso se llevaba "a cuenta de mis comisiones. Yo tenía un salario y una cantidad por objetivos que nunca cobraba, así que con esas comisiones se iba pagando mi préstamo".

Uno de los pocos momentos en los que se vio tenso al dueño de Nupel es cuando se le preguntó por los dos delitos contra la Hacienda Pública de los que estaba acusado en relación con sus declaraciones de Renta de 2010 y 2011, con las que supuestamente habría defraudado más de 400.000 euros.

"Cuando hay que presentar la declaración en 2010 yo estoy en prisión e incomunicado", respondió evidentemente dolido, "no se pudo tramitar ni la empresa estaba en condiciones de emitir certificados". Además de aclarar que las declaraciones se las hacía siempre su asesor fiscal, recordó que "en 2011 yo lo tenía todo embargado. Me he quedado sin nada, me lo han quitado todo. Yo no sé nada de cuentas, estaba en la cárcel y con todo embargado".

Menos dudas acerca de la existencia de una contabilidad B tuvieron el resto de acusados que tenían relación con Nupel, tanto su socio, Arsenio Méndez, como dos empleadas y el asesor externo. Ni siquiera tenían dudas acerca de quién daba allí todas las órdenes, el propio Dorribo, pero es que el asesor fue más allá al confirmar que Nupel tenía doble contabilidad al menos desde el año 2000, y que además "era un riesgo innecesario porque no tenía incidencia real en la empresa".