Don Juan Carlos se recupera de su octava operación, cuatro de ellas se debieron a accidentes

El Rey don Juan Carlos ha afrontado la pasada madrugada en Madrid su octava operación quirúrgica, tras una fractura de su cadera derecha durante un viaje privado a Botsuana, cuatro de las cuales le fueron practicadas a causa de distintos accidentes.

La operación quirúrgica del Monarca en la clínica San José de Madrid coincide con la hospitalización de su nieto Felipe Juan Froilán en el centro sanitario Quirón de la capital a causa de una herida en el pie derecho que se produjo al disparársele accidentalmente una escopeta de caza.

El 4 de septiembre de 2011, el Rey ingresó en la misma clínica donde hoy ha sido operado para someterse a una cirugía bajo anestesia epidural por la rotura del tendón de aquiles. La operación no requirió hospitalización, por lo que abandonó la clínica al día siguiente y continuó la recuperación en el palacio de la Zarzuela.

También el pasado año, el 3 de junio, al Rey se le implantó bajo anestesia epidural una prótesis en su rodilla derecha.

La operación de artoplastia se prolongó durante tres horas y fue un éxito, según el parte médico, por lo que fue dado de alta en el hospital dos días después y se trasladó a la Clínica Planas de Barcelona, donde realizó la primera fase de la rehabilitación.

El 8 de mayo de 2010 don Juan Carlos fue sometido a una intervención en el Hospital Clinic de Barcelona para la extirpación y estudio de un nódulo pulmonar, que permitió descartar la existencia de células malignas.

El Rey se había sometido los días 26 y 27 de abril a un chequeo anual en la Clínica Planas de la Ciudad Condal y el equipo médico consideró necesario analizar posibles cambios morfológicos de una calcificación en el pulmón derecho, ya encontrada en estudios en años anteriores.

Abandonó el hospital el 11 de mayo y continuó su recuperación en la Clínica Planas, donde permaneció hasta el 21 de ese mes.

El 30 de septiembre de 2010 la Casa del Rey anunció que don Juan Carlos se encontraba totalmente recuperado y no requeriría posteriores revisiones.

Nueve años antes, el 1 de marzo de 2001, el Monarca se sometió a una cirugía para eliminar unas varices en la pierna derecha, practicada en la clínica Sant Josep de Barcelona, donde permaneció un día.

Don Juan Carlos ha practicado desde muy joven deportes arriesgados, por lo que en varias ocasiones ha sufrido accidentes.

En 1977 sufrió un golpe en su yate Fortuna, que le produjo dolores de espalda, y le obligó a visitar al radiólogo en Palma de Mallorca.

Cuatro años después, el 21 de junio de 1981, el Rey se golpeó contra una puerta de cristal tras jugar un partido de "squash" con el tenista Manolo Santana en la pista del palacio de la Zarzuela. Sufrió varias heridas en el tórax, muslo, antebrazo izquierdo, ambas manos y nariz, por lo que tuvo que ser intervenido durante varias horas y permaneció un mes con el brazo izquierdo escayolado porque un cristal le había cortado el nervio radial.

La pista de esquí de la estación suiza de Gstaad fue escenario el 3 de enero de 1983 de otro accidente en el que el Rey sufrió una fisura de pelvis por una caída. Estuvo en la cama un mes y usó bastones y un corsé pélvico durante el período de recuperación.

Como consecuencia de esta fisura de pelvis, el 19 de julio de 1985 tuvo que ser intervenido en una clínica de Barcelona para extirparle una fibrosis que se le había formado.

El 31 de octubre de 1988 recibió un golpe en el ojo, durante una cacería en Suecia, lo que le obligó a usar un colirio y a ponerse gafas oscuras. Por ello, don Juan Carlos asistió en noviembre de 1988 a la entrega del Premio Carlomagno con el ojo amoratado.

En las navidades de 1989, don Juan Carlos tuvo que ser atendido por un médico en la estación de esquí de Courchevel (Francia), tras sufrir lesiones leves a causa de una caída cuando esquiaba.

En diciembre de 1991, sufrió un accidente en la rodilla derecha que le afectó al platillo tibial externo, cuando esquiaba en Baqueira Beret y fue derribado involuntariamente por otro esquiador, que resbaló cuando intentaba girar.

A causa de esta lesión, don Juan Carlos tuvo que ser operado para reducirle una fractura por hundimiento de la meseta tibial externa de la rodilla, por lo que se vio obligado a usar muletas hasta abril de 1992.

El Monarca sufrió una fisura en la zona próxima a la muñeca derecha tras resbalar en una placa de hielo cuando volvía de esquiar en la estación invernal de Candanchú en febrero de 1995.

Durante algunos días estuvo escayolado, sustituyéndola luego por una venda, y se vio obligado a acudir con el brazo vendado a la boda de su hija Elena, que tuvo lugar el 18 de marzo de 1995 en Sevilla.

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