Directivos en juegos de niños

El pontés Óscar Naveiras organiza desde hace pocos meses talleres Lego en una nueva forma de consultoría a través de la que se pretende ayudar a las empresas a afrontar la transformación digital y a mejorar sus departamentos de informática
Óscar Naveiras, con los Lego
photo_camera Óscar Naveiras, con los Lego

NO ERA DE LEGO. De niño tenía Tente. "Los descubrí con 34 años y ahora los llevo siempre en el coche", dice entre risas Óscar Naveiras, con la felicidad que transmiten los afortunados que pueden decir, y de verdad, que se divierten trabajando. Y es que las piezas multicolores y las pequeñas figuras para crear innumerables formas que nunca pasan de moda se han convertido en su herramienta de trabajo, desde que hace pocos meses obtuvo el certificado de facilitador de Serious Legos Play, una metodología que está naciendo en España y que usan para asesorar a directivos y a empresas a afrontar la transformación digital.

"Estamos arrancando. No hay mucho y hay mala praxis", dice este pontés que acaba de descubrir, tras casi una década trabajando para la consultora Tecnocom -primero en banca y ahora como consultor-, que los juegos de niños se pueden aplicar al mundo laboral, y con resultados inesperados.

"Solo llevamos unos meses, pero ya hicimos muchos talleres y tienen muchas posibilidades", dice, mientras vuelca una caja llena de pequeñas fichas para explicar su nuevo trabajo. "La transformación digital está afectando a todos los negocios tradicionales. Ahora es el cliente el que marca el rumbo y las empresas tienen que cambiar muy rápido para adaptarse. Normalmente las empresas afrontan estos cambios a través de la formación, pero creemos que no es suficiente. No consigues los resultados esperados", dice.

Y ahí, con el objetivo de mejorar los departamentos de tecnologías de la información de las empresas que los contratan, nacen sus talleres de Lego, un escenario nuevo y práctico donde los directivos deben dejar a un lado las corbatas y la seriedad de las grandes decisiones para volver a ser niños, y jugar. Sin miedo.

"Usamos los Legos para la gestión del cambio en las personas, como una metodología para la exploración y reflexión de problemas y desafíos a través de un proceso en tiempo real", explica este pontés, y asegura que tienen previstos talleres con varias multinacionales -los nombres los guarda bajo llave- y que en enero se trasladará a Bogotá para hacer otro.

En los talleres, los participantes tienen que crear figuras para recrear retos, estrategias, visibilizar su idea de liderazgo o diseñarse a sí mismos como profesionales. "Es un juego para reflexionar, y con el Lego lo interiorizan mucho más", dice Óscar, que prefiere no hablar de psicología -"eso ya es algo muy serio"-, aunque sí es consciente de que las emociones pesan mucho en el juego.

"Siempre empiezo diciendo que no les voy a enseñar nada, pero que creo que van a aprender mucho. La gente no se espera para nada los resultados. Y al final se sorprenden. Son dinámicas para conseguir objetivos a través del ‘learning by doing", dice, y explica que él solo hace preguntas para mover a la autoreflexión y que aquí aún hay que derribar barreras. "Somos más tradicionales y parece que da vergüenza ver a un directivo jugando".

Para ser facilitador Legos Serious Play se formó en Barcelona con Lucio Margulis, un argentino "trainer por excelencia". "Viene una o dos veces al año a España para formar a doce o 24 personas como mucho", dice Óscar, que espera no desengancharse del Lego.

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