Diez bodegas de Ribeira Sacra sacaron ya 400.000 botellas de esta cosecha

La buena acogida que tienen entre los consumidores los vinos que se cosechan bajo el amparo de la denominación de origen Ribeira Sacra, con un crecimiento interanual en el volumen de ventas que roza el 15%, ha obligado a diez bodegas a embotellar unos 400.000 litros de la nueva cosecha, la del 2010, para responder a la demanda comercial de sus clientes, según indicó ayer el presidente del consejo regulador, el soberino José Manuel Rodríguez, quien reconoció que en estos momentos existe un desfase entre la producción de vino amparado por la denominación de origen y la demanda comercial, que es mayor.

Aunque prefiere no quejarse de esta situación, cuando lo normal en tiempos de crisis, dijo, sería lo contrario. Recordó a todos que se hace necesario un aumento en la producción de uva, en torno a un millón de kilogramos para la próxima vendimia, y así poder abastecer a los clientes que tienen las diferentes bodegas de la Ribeira Sacra.

De hecho, José Manuel Rodríguez reconoció que si el ritmo de ventas de los caldos amparados por la denominación se mantiene estable durante el año, algunos elaboradores tendrán que «dejar sin vino durante un mes o dos a sus clientes». Para evitar esa situación, dado que una parte importante de la producción de la comarca continúa destinándose a autoconsumo, algunos viticultores inscritos en el registro oficial del consejo regulador ya han comenzado a plantar nuevas cepas.

En la denominación de origen Ribeira Sacra no descartan llegar a recoger en un futuro próximo ocho millones de kilogramos de uva. El presidente de este organismo manifestó que se crece «paso a paso, pouco a pouco e, previsiblemente, seguirá unha tónica ascendente polo menos durante uns anos».

En este sentido, se considera más que posible que no se vuelva a bajar de los cinco millones de kilogramos de uva cosechados, máxime cuando en la campaña que finalizó en el pasado mes de octubre, y en la que una plaga de mildiu hizo acto de presencia, se logró batir el récord de producción en Ribeira Sacra al llegar a las bodegas 5,6 millones de kilos de uva, influyendo en ello el desvío al mercado de la uva de autoconsumo.

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