Dieciséis kilómetros para cerrar la A-8

Obras de la A-8 en el tramo Lindín-Carreira. Inauguración del tramo Barres-Ribadeo (a la derecha arriba) y apertura de dos tramos de Barreiros a Lourenzá (abajo). j.mªálvez/a. lópez
photo_camera Obras de la A-8 en el tramo Lindín-Carreira. Inauguración del tramo Barres-Ribadeo (a la derecha arriba) y apertura de dos tramos de Barreiros a Lourenzá (abajo). j.mªálvez/a. lópez

El eterno aislamiento terrestre de la Costa de Lugo tiene sus días contados. Con la próxima apertura de los tramos Mondoñedo-Lindín y Lindín-Carreira para finales de 2013, como aseguró la ministra de Fomento, Ana Pastor, se enterrará uno de los históricos problemas de la comarca: las comunicaciones terrestres. Una vez terminada esta obra, de 16 kilómetros, A Mariña estará comunicada con el interior de Galicia a través de una autovía, y también con Asturias, aunque en la comunidad vecina aún queda un tramo por inaugurar (Otur-Villapedre, de 9,4 kilómetros).

Este nuevo escenario en lo que se refiere a las infraestructuras terrestres provocará un gran salto de calidad en las comunicaciones. Disminuirá de forma significativa el tiempo invertido para ir a puntos tan importantes como Lugo, A Coruña o Santiago, y hacia el centro de la Península, Madrid o Castilla. El turismo y el transporte serán dos de los sectores más beneficiados.

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