Diagnóstico

España es «un país frustrado, cansado y herido», según el diagnóstico del nuevo líder socialista Pedro Sánchez. Hoy se ve con Mariano Rajoy. Más que la cortesía del encuentro del presidente del Gobierno con el recién elegido secretario general del PSOE, es el problema de Cataluña el que acelera la entrevista. Todo apunta a que continúa la política de Estado con el Gobierno frente al soberanismo catalán. La respuesta del PSOE, según el discurso de Pedro Sánchez, es la opción federal. Los aplausos de los asistentes al congreso socialista fueron para la referencia envenenada de Pedro Sánchez a Jordi Pujol -patriotismo y patrimonio- y por extensión a un nacionalismo que se alimenta y alimenta sentimientos. Hubo aplausos también entusiastas cuando anunció que rompería los acuerdos con la Iglesia y el Vaticano. «No somos anticlericales pero sí laicos». Esta ruptura de los acuerdos con la Iglesia católica ya se formuló desde el PSOE con Rubalcaba para sorpresa de algunos. Hubo una línea de mensajes para animar a la audiencia, son concesiones al populismo. Pedro Sánchez no parece caer, como ha sucedido con otros dirigentes de su partido, frente al fenómeno de Podemos en la trampa del desbordamiento, que denunció Josep Pla en sus crónicas parlamentarias desde el Madrid de la Segunda República. Al populismo y a la demagogia no se les gana con más populismo y más demagogia. En esa trampa no cae el nuevo líder socialista, que quiere recuperar para el voto socialista «a los indignados y a los decepcionados del PP». No formuló una propuesta regeneracionista más allá de los mínimos lugares comunes. No hubo un adelanto de lo que pueda ser un programa económico. Política fiscal para las rentas de capital igual que para las del trabajo y un diagnóstico de los males de la economía española, anteriores todos ellos a la crisis, que exigen reformas consensuadas, aunque en un discurso de congreso se rechace la gran coalición para España y Europa. Quizás habrá de imponerse, con la fórmula que sea, para recuperar a las clases medias que busca Sánchez.

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