Un vecino de Xegunde, en la parroquia fonsagradina de Vilabol de Suarna, fue detenido el pasado martes tras recibir un paquete de cocaína en su domicilio. El envío procedía de Perú y pesaba 60 kilogramos, de los cuales los investigadores estiman que más de 25 podrían ser droga.
El paquete contenía figuras hechas con pasta de cocaína, elaboradas con todo detalle, huecas y pintadas de colores para no levantar sospechas.
La pasta de cocaína con la que fueron elaboradas fue procesada con productos químicos que eliminaron su olor, por lo que resultaba muy difícil de detectar. De hecho, no llamó la atención de los perros adiestrados para olfatear drogas, ni en los controles caninos de Madrid ni ayer en el momento de la detención del fonsagradino.
No obstante, las fuerzas de seguridad detectaron el paquete en Madrid, pues el material del que están compuestas las figuras dio positivo en un examen químico, que hizo sospechar de la capa blanca oculta bajo la policromía de las piezas.
seguimiento. Los investigadores dejaron que el paquete continuase su viaje con el objetivo de conocer su destino y el pasado martes estaban vigilando la entrega en A Fonsagrada. Nada más producirse, detuvieron al receptor, un vecino de Xegunde.
Hasta el momento no se pudo precisar la cantidad de droga que contiene la caja, pues es necesario procesar las figuras para extraer de ellas la cocaína. En todo caso, las primeras estimaciones apuntan a un mínimo de 25 kilogramos de droga, que podrían ser más cuando se sintetice el contenido de los 60 que pesa el paquete en su conjunto.
un intermediario. Los investigadores creen que el detenido en A Fonsagrada no era el destinatario final de la cocaína, sino un intermediario que debía entregarla en algún otro lugar. Sospechan que fue captado por una banda organizada que trabaja a gran escala y que tiene su dirección fuera de Galicia, aunque alguno de sus miembros está en Lugo y, posiblemente, haya servido de contacto para contratar al receptor del paquete.
Por este trabajo, se estima que el detenido en Xegunde cobró algo más de mil euros. Las pesquisas continúan para conocer el destino final de la droga.
Tanto para elaborar las figuras de cocaína, supuestamente en Perú, como para transformarlas de nuevo en droga consumible en su lugar de destino es necesario procesar el material en laboratorios sofisticados, por lo que se requiere una infraestructura propia de una banda organizada con especialistas químicos hábiles para realizar el trabajo. Los investigadores trabajan ahora para seguir su rastro.
