La Policía Nacional detuvo a un joven de 33 años vecino de la parroquia chantadesa de Mariz por su supuesta implicación en una red nacional vinculada a la pornografía infantil.
Según las fuentes consultadas, en un primer momento el joven fue trasladado a la prisión de Monterroso, donde estuvo un tiempo aislado e incomunicado, pero fue llevado a Madrid para prestar declaración.
En la primera visita de las fuerzas de seguridad a Chantada, además de la detención, se efectuó un registro inicial de la vivienda habitual del investigado.
Al parecer, colgó en una plataforma americana un vídeo practicando sexo con una gallina
Los policías nacionales de Lugo volvieron a desplazarse este sábado a la villa del Asma para interrogar a las personas del entorno del joven. La parada principal de los agentes fue una conocida cafetería de la villa del Asma. Al parecer, el joven detenido usaba la red wifi de este establecimiento para conectarse a internet y desde allí participar en la trama de la que presuntamente forma parte.
La Policía investiga, entre otros aspectos, si el joven de Mariz solo almacenaba y distribuía los videos de pornografía infantil o si llegó a participar en el proceso de elaboración de los mismos o incluso aparecía en ellos.
Algunas fuentes señalan que el chantadés estaba relacionado con mundo de la pornografía casera y que él mismo hacía gala de ello entre sus allegados, pero esas mismas fuentes señalaron que, hasta los últimos acontecimientos, no se le vinculaba con pornografía infantil, solo con vídeos convencionales con adultos.
BESTIALISMO. La implicación del joven a la red pedófila se descubrió a raíz de una denuncia contra él por bestialismo (sexo de personas con animales). Al parecer, colgó en una plataforma americana un vídeo practicando sexo con una gallina. El documento llegó al Partido Animalista, que lo denunció por bestialismo y maltrato animal. La Policía revisó el ordenador del joven y encontró, además, contenidos de carácter pedófilo.
En la misma red fueron detenidas al menos otras dos personas, una en el sur de España y otra en Portugal y no se descartan nuevas detenciones.
EL ENTORNO. Durante la jornada de este sábado y desde la propia cafetería en la que el detenido se conectaba a internet, los agentes de la Policía Nacional contactaron con numerosos jóvenes y otros vecinos de distinta edad del entorno del detenido a las que pidieron que se acercasen al local para hacerles unas preguntas.
Según pudo saber este diario, por la cafetería desfilaron un buen número de vecinos, algunos que compartían grupos de la aplicación de telefonía WhatsApp con el investigado.
Varios de los interrogados se mostraron sorprendidos porque no tenían noticias del joven desde el miércoles, cuando se trata de una persona muy activa en las redes sociales, pero tampoco sabían que había sido detenido.
Los vecinos aportaron a los agentes datos relacionados con las rutinas diarias del investigado, su trabajo en una tienda de la villa y las actividades de ocio. Entre otras detalles, apuntaron que era habitual verlo conectado a internet en establecimientos públicos, pero no sabían el alcance de sus actividades, ni la gravedad de los hechos por los que es investigado.
