Detenido en Madrid un yihadista que había sido condenado por el 11-S

Luthfullah Yusuf Galán González, de 52 años, había "renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidin virtual" para cumplir con "los requerimientos de la Yihad Virtual"
Luthfullah Yusuf Galán González sale de su casa
photo_camera Luthfullah Yusuf Galán González sale de su casa

Un hombre de 52 años, de origen español, ha sido detenido en Madrid por la policía por su presunta integración en la organización terrorista Daesh, para que realizaba labores de captación, adoctrinamiento y adiestramiento en favor de ella, informa el Ministerio del Interior. Se trata de Luthfullah Yusuf Galán González, único español miembro de la célula de Al Qaeda juzgada y condenada en España por los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.


Este hombre había sido condenado ya por su integración en la organización terrorista Al Qaeda, y tras su puesta en libertad, ha desarrollado "en los últimos años un perfil afín a la figura del cibersoldado, la versión 2.0 del combatiente yihadista que emplea la red informática para compartir, interactuar y propagar el ideario terrorista". Lejos de reconducir su conducta, afirma el Ministerio del Interior, el detenido "había implementado sus acciones como parte de su compromiso con los postulados ideológicos y terroristas de Daesh".

Tras convertirse en "el primer condenado en España por los atentados acaecidos en Nueva York el 11 de septiembre y después de más de nueve años en prisión", afirma Interior, por "pertenencia o integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas", salió de prisión en mayo de 2011. Había sido condenado en octubre de 2005.

Luis José Galán González, nacido en Madrid en 1965, demostró tener una personalidad controvertida durante el juicio, impresión corroborada por las declaraciones de varios testigos en la vista.

A pesar de haber afirmado en declaraciones a los medios de comunicación, que él buscaba "vivir en paz" y que no era un terrorista, el detenido continuó siendo objeto de seguimiento por parte de los agentes de la Policía Nacional. Los investigadores detectaron que había "renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidin virtual" para cumplir con "los requerimientos de la Yihad Virtual o Electrónica y actividades de adiestramiento operativo de terceros dentro de la Yihad Violenta".

"Un personaje histriónico y un poco payaso, fruto de una personalidad poco equilibrada", así definió al detenido el presidente de Paz Ahora, ONG con la que había colaborado recabando ayuda humanitaria para países en conflicto y en la organización de manifestaciones por la paz, e incluso contra los atentados del 11S. Dos de sus hermanas confirmaron ante el tribunal su adicción a la heroína durante catorce años, su conversión al Islam durante un viaje a Turquía en los años noventa y su afición a disfrazarse.

Su abogada negó que Galán fuera un terrorista y dijo que sufría "un trastorno de personalidad", en el transcurso de un juicio en el que el ahora detenido se presentó como pacifista y subrayó que cuando tenía once años ya admiraba a Enrique Tierno Galván y por ello militó en el partido de éste, el Partido Socialista Popular. En 1989 fue interventor en Madrid de la coalición Herri Batasuna en las elecciones al Parlamento Europeo.

Galán, que habla inglés y árabe, trabajó durante trece años como telefonista en el servicio internacional de atención al cliente de una empresa de paquetería, de la que fue despedido poco antes de su detención en 2001, presuntamente por enviar paquetes a amigos suyos en el extranjero. Tras abandonar la cárcel en 2011 se instaló en Murcia.

DIFUSIÓN MASIVA. El detenido había desarrollado un sofisticado modus operandi virtual para llevar a cabo "una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado", dice Interior. Al parecer, hacía acopio de una importante cantidad de material que "alojaba de manera simultánea en varios de sus perfiles, o a través de hilos de mensajería instantánea para alcanzar al mayor número de personas".

Junto a este adoctrinamiento intelectual, "otro pilar fundamental en su estrategia delictiva era realizar el adiestramiento operativo en técnicas de combate de otras personas", para lo que publicaba vídeos "en los que él mismo aparecía manejando armas blancas con gran destreza, acompañados de mensajes altamente explícitos, dirigidos a la comisión de acciones terroristas".

Según el ministerio del Interior, el detenido "incidía especialmente en el acondicionamiento psicológico de los nuevos reclutas, a los que preparaba mentalmente para que finalmente mostraran su disposición a cometer atentados terroristas, amparados en mandatos divinos sobre el martirio".

La operación, que continúa abierta, ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción Número dos y coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

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