Detectan más destrozos en colmenas de O Courel provocados por el oso

Vecinos y técnicos consideran que podría haber al menos dos plantígrados en la montaña
Los destrozos causados por el oso en las colmenas de Jesús Visuña, en Froxán
photo_camera Los destrozos causados por el oso en las colmenas de Jesús Visuña, en Froxán

Las pruebas de que los osos regresan a las montañas de O Courel van en aumento. Hace un mes una cámara de seguridad grababa a un plantígrado en un colmenar en Ribas do Sil, en la parte más baja de la montaña y desde esa fecha varios apicultores sufrieron los destrozos del oso en sus propiedades. El último fue Jesús Visuña, que ayer se acercó a un alvar (como se denomina en la zona a los colmenares) que tiene en los montes que hay de Froxán (O Courel) y comprobó que el animal había entrado a comer la miel.

Este apicultor tiene unas 270 colmenas distribuidas por la montaña courelesa. En el alvar de Froxán tiene 40 y el oso le destrozó dos por completo en las últimas noches. El colmenar es muy antiguo y está protegido por un muro circular de piedra, aunque con el paso de los años se deterioró y su altura se redujo. Eso facilitó que el plantígrado accediese a las colmenas, desmontase dos y se comiese prácticamente toda la miel. "Nunha delas non deixou nada, da outra comeu a metade", explica Jesús Visuña. El animal tiró una tercera colmena pero el propietario cuenta poder recuperarla. "Os enxamios de dúas xa se perderon, a terceira creo que sairá adiante", explicó.

No es la primera vez que sufre el ataque del oso. Hace tres años el animal le entró en un alvar que tiene en Eiriz y también le estropeó otras dos colmenas.

DOS OSOS. Los apicultores consultados y algunos técnicos forestales creen que puede haber al menos dos osos en la zona de O Courel y Quiroga porque en las últimas semanas se registraron daños en Froxán pero también en un colmenar de Cereixido. Entre estos lugares hay unos 20 kilómetros en línea recta pero, sobre el terreno, para ir de un sitio a otro, el animal tendría que subir y bajar varias montañas.

La presencia del oso tiene divididos a los apicultores. Jesús Visuña manifiesta que está en contra del animal y señala que no hay medidas para proteger a los productores de miel. Dice que por los destrozos que sufrió hace tres años en el alvar de Eiriz no cobró nada y teme que esta vez pase lo mismo. Añade que es un hombre al que le gusta salir al monte a caminar y que no le da tranquilidad ninguna que haya osos. Otros productores de la zona aseguran que puede haber una convivencia tranquila con el oso, pero también se quejan de que los trámites para las indemnizaciones van lentos.

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