Desmantelan una gasolinera cerrada hace tres años en A Pobra de San Xiao

Las labores para retirar el depósito de la estación de servicio, que se instaló hace unas siete décadas, obligan a cortar un tramo de un carril de la principal calle de la capitalidad lancaresa
Trabajos para desmantelar la gasolinera, ubicada en la Rúa Benigno Quiroga de A Pobra de San Xiao
photo_camera Trabajos para desmantelar la gasolinera, ubicada en la Rúa Benigno Quiroga de A Pobra de San Xiao

El centro de A Pobra de San Xiao, en el ayuntamiento de Láncara, es escenario estos días de un importante despliegue para desmantelar una gasolinera, la única con la que contaba la localidad y que se encuentra cerrada desde hace ya tres años.

El pasado lunes comenzaron los trabajos para retirar la estación de servicio, la cual se abrió hace "setenta ou oitenta anos" en la principal vía de la localidad, en la calle Benigno Quiroga, según señaló este martes el último propietario del negocio. La empresa Repsol, que era la titular de la gasolinera, es la encargada de llevar a cabo las obras, una vez recibida la correspondiente autorización del Ayuntamiento. Estas labores se prolongarán durante esta semana y conllevan la retirada del depósito de la estación, que tiene una capacidad para almacenar 10.000 litros de combustible.

La ejecución de estos trabajos afecta al tráfico, ya que el tanque se encuentra situado bajo la calzada. Esto llevó a que se tuviera que cerrar uno de los carriles de la calle Benigno Quiroga-en dirección Lugo-, aunque los vehículos pueden continuar la marcha por la misma vía. Para ello se habilitó un carril de circulación en la zona dedicada al aparcamiento, con lo que no se producen grandes problemas en el tráfico.

SURTIDOR. La gasolinera todavía cuenta con el surtidor, el cual se ubica en la propia acera, y también será retirado. Parte ya había sido desmantelada después del cierre del establecimiento. Los trabajos echaron a andar el lunes con el cierre del carril y la instalación de la señalización en la calle. En esa misma jornada los operarios ya comenzaron a cortar el pavimento para después levantar el depósito.

Las obras causan gran expectación al producirse en pleno centro de la localidad y en un lugar en el que se ubican varios negocios. Esta gasolinera era uno de los establecimientos históricos de A Pobra de San Xiao. Cuando abrió sus puertas no había otro negocio de este tipo en la zona y las estaciones de servicio más próximas se localizaban en Lugo y Sarria, según apuntó el último propietario de la gasolinera.

En la actualidad, A Pobra de San Xiao no dispone de estaciones de servicio. La más próxima se encontraba en el vecino núcleo de Maceda, aunque también echó el cierre hace ya unos años. Ahora las más cercanas se sitúan en Sabarei, en el municipio de O Corgo, y Vilapedre, en Sarria.

Los trabajos de retirada de una estación de servicio tienen un precedente en Sarria en el año 2010, aunque por circunstancias diferentes. En aquel caso, fue una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la que obligó a desmantelar la gasolinera del hipermercado Eroski tras anularse la licencia que le había sido concedida cinco años antes por el Concello por contravenir los usos previstos en la normativa urbanística.

La actividad de la estación de servicio cesó en febrero de 2010 y, en el mes de octubre de aquel año, comenzaron las obras de retirada de la instalación por no ajustarse a las alineaciones del planeamiento. Los trabajos tuvieron un coste de unos 90.000 euros y se prolongaron durante varios días, debido a que fue necesario vaciar los depósitos de combustible y descontaminar las instalaciones. El espacio que ocupaba la gasolinera, en la calle Matías López, quedó para dar servicio al hipermeracdo como lugar para el estacionamiento de vehículos.

RECLAMACIÓN. El cierre de esta estación de servicio fue muy polémico en su día y motivó la presentación de una reclamación contra el Concello por parte de los propietarios, quienes pedían una indemnización de 1,9 millones de euros. Finalmente, una sentencia del año 2014 eximió al Ayuntamiento del pago de estas cantidades, lo que puso fin a diez años de controversia.

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