La segunda campaña de prospecciones arqueológicas que la fundación Xosé Soto inició hace unos días en el entorno del ecomuseo de Arxeriz, en O Saviñao, ha destapado nuevos restos del castro prerromano encontrado en 2013. Estos corresponden a los muros de lo que podrían ser varias viviendas y, por la distancia que hay entre ellos, los arqueólogos no descartan que las dimensiones del asentamiento sean mayores de lo que inicialmente se pensaba.
Uno de los principales hallazgos se encuentra a unos 15 metros al suroeste de la parte excavada el año pasado, con una perfecta panorámica del meandro del río Sil conocido como O Cabo do Mundo. Los expertos creen que este muro podría estar conectado con la muralla que rodeaba el castro. Además, el punto en el que se encuentra les hace suponer que lo que hasta hace unos años parecía una terraza natural sobre la ladera podría ser ahora un enclave formado por otras edificaciones, lo que aumentaría las proporciones de este castro que, según algunos investigadores, data del siglo IV antes de Cristo.
