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Desciende la producción patatera en A Chaira a causa de las grandes sequías del último período

El presidente del consejo regulador de la Indicación Xeográfica Protexida explica que esta temporada se recogió entre un 10 y un 15% menos de tubérculos en tierras chairegas
Transporte de sacos en Patacas Gonzalo Castelo Rey, en Xermade
photo_camera Transporte de sacos en Patacas Gonzalo Castelo Rey, en Xermade

Cristobal Colón descubrió América, y con ella uno de los productos más apreciados para la población gallega: la patata. Es curioso que hace tantos años se llegase a pensar que esta planta podía ser venenosa, cuando en la actualidad es el alimento que más se usa para acompañar casi todos los platos.

En Galicia se empieza a hablar de la patata antes de 1607, cuando se sembró en el monasterio compostelano de Herbón, pero su auge se produjo a partir de 1736, cuando empezó a expandirse su cultivo por varias zonas de Galicia, llegando a Vilalba en 1760.

A lo largo de la historia, A Chaira siempre pudo presumir de su gran producción de patatas, tanto por cantidad como por calidad. Sin embargo, las sequías sufridas durante este año, tanto en la comarca como en el resto de Galicia, han provocado un notable descenso en la recogida de estos tubérculos. «Nas zonas de Galicia que contan con sistemas de rega, a produción de patacas baixou un 20% con respecto a anos anteriores; e nas que non teñen rega chegou a descender ata un 40%, sendo os tubérculos moito máis pequenos que nun ano normal», explica Julio Gómez, presidente del Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Pataca de Galicia. «Concretamente, na Terra Chá recolleuse entre un 10 e un 15% menos que nun ano normal», precisa.

Sin embargo, a pesar de lo que mucha gente cree, estas sequías no tienen por qué afectar a la calidad de las patatas, que incluso pueden ser mejores. «Moitas veces en anos secos a calidade é mellor, son patacas máis sanas; aínda que sempre pode haber algún caso illado de vermes de chan», recalca Gómez.

El área de producción y envasado del producto amparado por la IXP abarca cuatro subzonas, entre las que se encuentra la de Terra Chá-A Mariña. Los concellos chairegos incluidos en esta subzona son Abadín, Xermade, Cospeito y Vilalba.

La Identidade Xeográfica Protexida solo ampara la variedad de patata kennebec, que destaca por su alta calidad culinaria

«Neste momento só temos tres produtores inscritos nesta subzona, dous de Cospeito e un de Foz, que ocupan entre os tres unha superficie de 0,82 hectáreas», explica Julio Gómez. En estas superficies, este año sembraron 1.200 kilogramos de patatas y se estima que recogerán un máximo de 20.000 kilogramos comercializables, según datos del Consello Regulador.

En cuanto a los precios, Julio Gómez afirma que todavía es pronto para hablar de cifras, porque el mercado de la patata todavía está empezando, pero ya augura que los precios serán más elevados que en años anteriores: «De momento hai moi pouquiña pataca de aquí, a maioría é de fóra. O ano pasado, por exemplo, foi un ano de prezos baixos, e este será de prezos normais tirando a altos a final de campaña».

La única variedad amparada por la Indicación Xeográfica Protexida es la patata kennebec, que es la «pataca típica de Galicia», según Julio Gómez. Las características que distinguen a este tipo de tubérculo son su forma ovalada, su piel fina de color amarillento y su carne blanca.

La gran ventaja de esta patata, a diferencia de otras, es su alta calidad culinaria. «É unha pataca de moi bo sabor, e ademais é apta para ser cociñada de tódolos xeitos», señala Gómez.

En condiciones normales, la comarca de Terra Chá es un lugar ideal para la producción patatera, por su clima suave y sus suelos arenosos, sin piedras, que tienen una humedad constante que desciende en los meses cálidos de agosto y septiembre, favoreciendo el cultivo de los tubérculos.

Patacas e Hortalizas Terras de Vilalba, una de las muchas empresas que se dedican a la comercialización de patatas en la comarca chairega, empezó a trabajar este producto hace cuatro años. «Producimos patatas, pero en poca cantidad, nosotros sobre todo nos dedicamos a su venta», explica su propietario Antonio Alvariño Díaz. Así, esta empresa vilalbesa oferta múltiples variedades de patatas, como la baraka, kennebec, spunta, ágria o frisia. En cuanto a la producción patatera de este año, Alvariño opina que fue «malísima» a causa de las grandes sequías que se produjeron en los últimos meses: «Hubo poca cantidad, ya que es una patata muy pequeña porque se secó muy rápido». Además, la calidad de los tubérculos tampoco es la misma que en años anteriores. «Salieron muy manchadas, al haber sequías siempre hay más plagas», cuenta el propietario. En su cosecha propia, este empresario recolectó 12.000 kilos de patatas. «Pusimos muy poca porque no hay grandes extensiones aquí en Vilalba para su cultivo, las fincas son muy pequeñas y no compensa», explica Alvariño. Según este empresario, la patata de momento mantiene los precios de años anteriores, pero augura que pasados unos meses su precios ascenderán considerablemente: «Los precios de momento están bajos porque aún viene mucha patata de fuera, pero sobre el mes de junio el precio va a subir. Ahora el kilo está a treinta y pico céntimos aproximadamente, pero los precios también varían en función del tipo de patata; por ejemplo, la patata frisia es más cara que la kennebec, a pesar de que las dos son patatas blancas». En Patacas y Hortalizas Terras de Vilalba, además de patatas, también se pueden comprar diversos tipos de hortalizas, ya que opinan que sólo de la patata no se puede vivir. «Hay que diversificar el mercado, porque sólo con la patata hay mucha competencia, y lo peor es que hay mucha competencia desleal; es decir, hay mucha gente que ya está retirada y te la encuentras vendiendo patatas a punta pala. Vas a una feria y a tu lado ves a otro vendiendo patatas que sabes que está retirado, y encima pueden vender más barato porque no tienen que pagar nada. Eso es lo que nos está matando», protesta Antonio Alvariño. Otra industria patatera a la que se puede acudir en tierras chairegas es la empresa Patacas Gonzalo Castelo Rey. «Nós só nos dedicamos a compravenda de patacas, non producimos», explica su propietario, Gonzalo Castelo Rey. Esta empresa xermadesa lleva ya siete años funcionando y negocia con patatas de todas las variedades y de distintas zonas geográficas: «Traballamos con case toda a que se move, pataca de aquí e de fóra, dende as primeiras que se producen ata as últimas. Aquí na Terra Chá comprámoslles a agricultores da A Balsa, Goiriz ou Vilasantar, pero sempre en partidas pequenas», cuenta Castelo, que no cree que las de unas zonas sean mejores que otras, sino que «uns anos saen mellores e outros peores». Guiándose por los precios que ha manejado durante las últimas semanas, Castelo opina que este año «non hai moita pataca». Unos precios que según dice se encarecen a medida que avanzan las semanas y que seguramente lleguen a sobrepasar las cifras de años anteriores. «Polo momento estamos nun prezo medio, aquí as patacas entran ao por maior dende 18 ata 26 céntimos o quilo, pero estanse encarecendo e non se sabe cando van parar de subir, de aquí a uns meses poden chegar a estar moito máis caras», estima este empresario chairego. Sin embargo, el precio al que Castelo compra las patatas no es el mismo al que después las vende. «O noso prezo de venda vai en función do que negociemos con cada cliente e da cantidade que encargue, pero sempre xogamos cunha marxe pequena», explica este empresario. Además de haber menor cantidad, Castelo también opina que la calidad de los tubérculos este año es inferior: «Moitos agricultores este ano botaron menos semente e de menor calidade; non mercaron semente nova, por iso hai menos patacas e dunha calidade algo inferior á doutros anos». Actualmente, en Patacas Gonzalo Castelo Rey no tienen intención de expandir su comercio hacia nuevos mercados, ya que en su caso creen que sí pueden vivir a costa del negocio de patatas únicamente: «Coñecemos moi ben este mercado e defendémonos ben, entón podemos vivir disto». concluye el responsable de esta firma chairega. Después de ocho años trabajando en el sector patatero, Mónica Paz González, propietaria de la empresa Patacas Vilalba, tiene muy claro que a día de hoy es más factible diversificar el mercado de cara a otros productos que centrarse sólo en la patata: «Cantos máis produtos tes, máis posibilidades tes de ganar máis, todo suma». Su empresa se dedica a la comercialización de patatas y cebollas, pero cuando están en campaña también «vendemos grelos e berzas», añade la propietaria. En esta industria sólo se dedican a una variedad de tubérculo: la patata kennebec. Para Mónica Paz, esta patata se diferencia de las demás porque «é unha pataca branca e ao cocela queda bastante enteira, aínda que iso tamén depende da zona de recollida do tubérculo. A mellor pataca kennebec encóntrase na zona de Cospeito», afirma. En Patacas Vilalba no cuentan con producción propia de patata, por lo que la compran a distintos agricultores, tanto de Galicia como de fuera. Los concellos chairegos a donde más suelen acudir son Cospeito y Abadín, que por historia son los que más destacan en cuanto a la buena calidad de sus patatas. Aunque por el momento todavía no han empezado a comprar patatas de esta nueva campaña, a los oídos de esta propietaria vilalbesa ya han llegado comentarios negativos sobre la poca cantidad de patatas que se han recogido este año: «Din que este ano a produción é moi pequena; nós empezaremos a mercalas a finais deste mes de setembro. A previsión é que haxa menos patacas que outros anos, pero de momento non se sabe». Mónica Paz también es de la opinión de que la escasa producción patatera se debe a las grandes sequías sufridas en estos últimos meses, ya que el tiempo seco coincidió con la siembra del tubérculo y se prolongó hasta bien entrado el mes de agosto. «Hai poucas porque case non choveu, foi un verán moi seco», recalca la propietaria de esta industria vilalbesa. Dado que en Patacas Vilalba todavía no empezaron la época de compra, Mónica Paz aún no puede hablar de precios concretos, pero opina que este año serán más elevados que en temporadas anteriores, porque «cando hai pouca cantidade de pataca os prezos adoitan subir».

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