El alcalde, Fernando Suárez, y la presidenta del pósito local, Celia Pacio, descartan que la fauna y la flora del litoral ribadense sufrieran daños como consecuencia del vertido de 4.000 litros de gasoil, procedente de unos camiones saboteados, que alcanzó la costa a través de un arroyo, la noche del sábado al domingo. La Xunta desactivó la alerta del plan de contingencias por contaminación marina accidental, que había puesto en marcha, aunque mantiene la vigilancia.
El fuerte temporal que azotó ayer la zona impidió que los biólogos pudiesen tomar muestras de percebes y otros crustáceos para corroborar la ausencia de contaminación en ellos, si bien, en un análisis preliminar, los expertos sostuvieron que «no se aprecian restos contaminantes en la zona», entre otras cosas, gracias a la lluvia y a las fuertes mareas que evitaron que el gasoil se fijara a la arena de las playas y a las rocas.
Así pues, Suárez Barcia confía en que la playa de Os Castros, la más afectada por el vertido, y la del monumento natural de As Catedrais, próxima a la anterior, estén «en perfectas condicións para recibir visitas na Semana Santa».
