Desarticulando globos

NO SE FÍEN de ese aire de ciudad tranquila que destila Lugo. Aquí suele haber mucha gente atacada de los nervios a todas horas. Los motivos para andar crispado cambian, pero nunca faltan a los dados a perder el temple.

Unos inocentes globos colocados junto a la muralla bastan, por ejemplo, para que alguien se salga de sus casillas. No es que los globos se coloquen causando algún daño al monumento o que busquen un fin perverso. Se trata solo de recordar un crimen y de homenajear a dos víctimas, Elena López y Esteban Carballedo, que no han tenido la justicia que merecían. Nada, vamos, como para tirarse de los pelos. Sin embargo, hay quien pone en marcha toda una operación para requisar unos cuantos globos, rajar a cuchilladas la mayoría y arrastrar por los suelos las sillas que servían de pedestal al modesto monumento.

La ley es la ley. Ese viene ser el argumento para la histérica operación antiglobos, desarrollada con inusitada rapidez en Lugo para evitar un atentado contra las normas sobre patrimonio. ¡Vamos, que ahora va a resultar que Lugo va a sobresalir por la ejemplaridad! En una ciudad en la que se ha puesto bajo sospecha gran parte de la labor política y donde la muralla suele ser todo un escaparate de la desidia, va a ser que el gran problema son unos globos colocados por dos familias que quieren recordar que para ellas no ha habido justicia.

Después de la ‘espectacular’ operación policial para ‘desarticular’ unos globos, quizás empiecen a temblar los que tienen la muralla -no hablemos ya de las calles o de las zonas verdes de la ciudad- como letrina de sus mascotas. No consta que entre las preocupaciones políticas o policiales estén cuestiones como esa, por mucho que tengan hasta las narices a los sufridos ciudadanos, pero quién sabe... ¡Lo mismo Lugo se convierte de pronto en una ciudad donde se obliga al cumplimiento de normas de civismo! Todo es empezar.

Cábalas electorales

Si unos globos pueden desatar el histerismo, es muy de temer el efecto que puedan causar unas elecciones. A lo mejor no lo notan, pero están en marcha unas elecciones europeas y hay políticos que están ya de los nervios. Puede que muchos ciudadanos no se hayan molestado aún en comprobar cuántos partidos se presentan, pero las encuestas hablan de que las cosas están regulín para los políticos, hay quien ve en peligro el bipartidismo y hasta el tripartidismo y se intuyen indicios de que la asistencia a las urnas se puede quedar en mínimos.

Y pensarán que no nos afecta tanto la cuestión, porque aquí en la calle no se le da mucha importancia a las europeas. Pero en los partidos seguro que la cuestión preocupa más.

Y la inquietud no se queda en lo que va a pasar con las europeas. En Lugo, los partidos ya están echando cuentas de cara a las elecciones municipales del año que viene. Las encuestas pueden ser decisivas en las opciones que tomen los partidos sobre las candidaturas, pero a día de hoy se están barajando ya opciones como la de que sea José Ramón Gómez Besteiro el que se presente a la alcaldía de Lugo al frente de la lista de los socialistas. Esa es una opción que se está barajando muy en serio en el partido, por mucho que José López Orozco haya dejado claro en varias ocasiones su voluntad de seguir.

Orozco todavía no ha dicho nada sobre la posibilidad de que su delfín le de el relevo en el Concello de Lugo. Puede que le parezca una solución ideal, pero también es posible que se esté acordando de aquella famosa frase que salió de Gran Hermano: «Quien me pone la pierna encima para que no levante cabeza». Es más, puede que no se saque la frasecita de la cabeza si a la vez se acuerda de la que se ha liado a cuenta de los globos.

Fútbol es fútbol... y cañas

Vóujadin Boškov inventó hace unos años aquel tópico de «fútbol es fútbol» . Boškov acaba de morir y a lo mejor ya se le puede negar la mayor y defender que el fútbol es más que fútbol. Porque es relación social, diversión y, desde luego, beneficio seguro para el que anda listo.

El fútbol es negocio hasta en Lugo. No es difícil comprobar que si el CD Lugo gana en el Ángel Carro, la ciudad enseguida se llena de gente con ganas de celebrar.

No es de extrañar, por tanto, que el partido con el Dépor haya desatado expectativas y que parte de los hosteleros se hayan organizado para hacer una fiesta en Santa María que puede compensarles de largo. Hasta cierto punto, la imagen de la ciudad se la juega hoy y los hosteleros tienen en su mano que mucha gente se vaya con ganas de volver.

No depende solo de los hosteleros, claro, pero como es poco probable que los aficionados vengan de paso a ver monumentos, así que si oficinas de turismo como la de la Xunta están cerradas -cosa que suele ocurrir en festivos y puentes- pues a lo mejor hasta no se indigna nadie.

(Publicado en la edición impresa el 3 de mayo de 2014)

Comentarios