Desarticulado un grupo terrorista que planeaba un nuevo ataque contra Toronto y Montreal

La policía canadiense dijo hoy que ha frustrado un ataque terrorista contra un tren en Toronto, el primer ataque "apoyado por Al Qaeda" contra un objetivo en el país y que estaba siendo dirigido por elementos del grupo en Irán.

Los dos detenidos son Chiheb Esseghaier, de 30 años, y Raed Jaser, de 35 años, residentes en Montreal y Toronto respectivamente, que están acusados de "conspirar para efectuar un ataque terrorista" contra un tren de pasajeros.

La policía canadiense dijo hoy durante una conferencia de prensa celebrada en Toronto que los dos detenidos no son canadienses, aunque no informó sobre su nacionalidad o las razones por la que Esseghaier y Jaser se encontraban en Canadá.

La superintendente Jennifer Strachan, de la Policía Montada canadiense, reveló que los dos detenidos están acusados de conspirar para llevar a cabo un ataque terrorista contra un tren de pasajeros en el área de Toronto, la mayor ciudad canadiense.

Sin embargo, Strachan se negó a confirmar informaciones filtradas hoy de que el objetivo era el tren que conecta Toronto con la ciudad estadounidense de Nueva York.

Strachan señaló que no podía revelar esa información pero que el objetivo era "más una ruta que un tren específico".

Por su parte, el superintendente Gatean Courchesne explicó que el plan era hacer descarrilar un tren y calificó el propósito de la célula terrorista como "muy grave" porque el grupo estaba apoyado y dirigido por la organización terrorista Al Qaeda.

Según Courchesne, "el público nunca estuvo en peligro" porque los dos sospechosos estuvieron bajo vigilancia desde agosto de 2012, cuando se inició la investigación que ha sido denominada Proyecto Smooth.

Las autoridades canadienses dijeron que los servicios de seguridad e inteligencia del país contaron con la ayuda del FBI estadounidense durante la investigación.

Los arrestos se producen una semana después del atentado contra la maratón de Boston, en el que murieron tres personas y más de 200 resultaron heridas, aunque las autoridades canadienses indicaron que los dos detenidos no estaban relacionados con los hermanos Tsarnaev, los dos sospechosos del ataque.

Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, murió en la madrugada del viernes tras un enfrentamiento con la policía estadounidense mientras que Dzhokhar Tsarnaev, de 19 años, fue arrestado pocas horas después malherido.

Los arrestos tampoco parecen estar relacionados con los dos jóvenes canadienses que participaron en el ataque de enero de este año contra la planta de gas argelina de In Amenas.

Los dos jóvenes, Xristos Katsiroubas y Ali Medlej, de 22 y 24 años respectivamente, residían en la localidad de London, a unos 200 kilómetros al suroeste de Toronto.

Según la policía canadiense, los dos murieron cuando activaron los explosivos que tenían adosados a sus cuerpos y en uno de los casos los restos sólo pudieron ser identificados gracias a pruebas de ADN.

La policía canadiense está investigando si un tercer canadiense también murió en el ataque. Un cuarto canadiense, Aaron Yoon, que era compañero de colegio de Katsiroubas y Medlej, está detenido en Mauritania acusado de terrorismo.

Aunque Ottawa rechazó en un primer momento las acusaciones argelinas de que al menos uno de los terroristas de In Amenas era canadiense, los servicios de seguridad de Canadá han advertido en varios ocasiones sobre la radicalización de jóvenes canadienses.

La última vez fue en febrero de este año cuando un antiguo alto mando de los servicios secretos canadienses, conocidos por las siglas CSIS, declaró a una comisión parlamentaria que organizaciones terroristas están reclutando a jóvenes canadienses porque su pasaporte les permite cruzar las fronteras sin problemas.

Ese parece haber sido el caso de un canadiense que es sospechoso de haber participado en el atentado cometido en Bulgaria en 2012 contra turistas israelíes y en el que murieron seis personas además de uno de los terroristas.

El atentado ha sido atribuido al grupo libanés Hizbulá.

En 2006, la policía canadiense detuvo a 18 jóvenes a los que acusó de ser una "célula terrorista nacional inspirada por Al Qaeda" y que había adquirido tres toneladas de nitrato de amonio para atacar objetivos en el sur de la provincia de Ontario.

El grupo, que fue infiltrado por los servicios secretos canadienses, planificó una serie de ataques con camiones cargados de fertilizantes contra la Bolsa de Toronto, la sede del servicio secreto canadiense (CSIS, por sus siglas en inglés) y una instalación militar. 

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