Denuncian el acceso de jóvenes a los edificios de gran altura de A Calexa

Los vecinos dicen que entran con linternas y tiran objetos desde los inmuebles inacabados, por los cuales fue sancionado el Concello
Los edificios de la polémica
photo_camera Los edificios de la polémica

La polémica que rodea los edificios de gran altura de la Rúa da Calexa de Sarria, que hace unos años motivaron la imposición de sendas multas al Concello, suma un nuevo capítulo con la denuncia, por parte de vecinos de la zona, del acceso de jóvenes a estos inmuebles —de entre seis y siete pisos, además de bajos y entreplantas—, los cuales permanecen inacabados. Según explican algunos residentes en este entorno, existe preocupación entre los vecinos porque de un tiempo a esta parte han detectado la presencia "de niños de varias edades" que acceden a estos edificios abandonados, desde los cuales arrojan al exterior "tablas, cascotes y trozos de ladrillo".

En algunos casos, dicen, estos objetos impactan contra la calzada mientras que en otras ocasiones acaban en la finca conocida como prado pequeño de Batallón, con el consiguiente peligro para los usuarios de la vía. Los vecinos, que aseguran haber denunciado los hechos de forma verbal a las fuerzas del orden, alertan del riesgo tanto para los jóvenes —dado que se trata de inmuebles de gran altura y sin rematar— como para los peatones y los conductores que transitan con sus vehículos por el lugar.

Según su versión, el problema afecta a ambos edificios, principalmente los fines de semana y, en algunos casos, de noche. "Entran a través de agujeros abiertos en el cierre y se les ve andar por el interior provistos de linternas", comenta uno de los afectados, quien tampoco descarta la presencia de alguna persona que busque en estos inmuebles de A Calexa un techo para pasar la noche.

PATRIMONIO. La construcción de estos dos edificios estuvo rodeada de controversia y conllevó la imposición de sendas multas al Concello por importe de 60.000 euros cada una. En ambos casos, las sanciones fueron impuestas por la Dirección Xeral de Patrimonio por conceder la licencia de obra (en los años 2006 y 2007) sin contar con el permiso de este organismo y por suponer las construcciones una afectación al entorno del Camino de Santiago debido a su altura.

La denuncia fue realizada por una persona anónima, tras lo cual Patrimonio abrió diligencias informativas. La Administración local argumentó que desde el año 1996 solo se solicitaba el permiso de este departamento autonómico cuando la obra estaba dentro de los 30 metros de protección de la ruta jacobea y en este caso había una distancia de 150. Alegó también que se preveía una ampliación de la calle desde los ocho metros actuales hasta 21, actuación que nunca se llegó a ejecutar.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) rechazó estas tesis y determinó que las licencias sí debían contar con la correspondiente autorización previa de Patrimonio porque, por su altura y volumen, la posible afectación de los edificios de A Calexa a la ruta jacobea resultaba "obvia".

La imposición de estas sanciones económicas fue recurrida por el Concello ante el Tribunal Supremo, que desestimó las alegaciones y confirmó las multas.

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