Los agentes de la Guardia Civil -en el marco de las labores de vigilancia e inspección que realiza en colaboración con otros cuerpos de seguridad del Estado y de la Administración gallega-, identificaron y denunciaron un delito contra los derechos de los trabajadores. Se registró en Burela, en cuyo puerto al parecer se facilitó la mano de obra de hasta 13 personas sin contrato para realizar labores de descarga, tanto para esta dársena, como para la vivariense de Celeiro.
Poco se ha podido saber de esta operación, pero en un primer momento, se llegó a creer que los 13 trabajadores sin contrato iban a bordo de alguno de los buques de pesca que arribaron anteayer para descargar en Burela, algo que negó el patrón mayor de la cofradía, Basilio Otero, quien indicó que «sería un caso único ata a data, que un barco se arriscara a ter a tanta xente traballando sen contrato»; algo que también corrobora su homólogo en Celeiro, Domingo Rey: «Un armador arriscaríase a recibir unha multa de tal calibre que tería que abandoar a actividade. Parece máis ben un chivatazo sobre algunha xente que pensaba traballar axudando nalgunhas descargas sen contar cos permisos», presupone.
