UN PROLEGÓMENO de todo esto que hay ahora de ‘Juego de tronos’, ‘Los juegos del hambre’ y cosas por el estilo fue hace muchísimos años, ‘Dentro del laberinto’. Un grupo de chavales caían a un mundo enterrado bajo tierra y para regresar tenían que reunir las tres piezas de algo que allí llamaban «El Nidus». Todos los capítulos acababan igual, con la bruja mala diciendo: «Yo os niego el Nidus», y los chavales tenían que seguir buscando el Nidus, que nunca se sabía qué era. Podía ser un perro o una horquilla para el pelo. Esa indefinición traía locos a los protagonistas, que lo tenían muy complicado para focalizar sus esfuerzos.
Los problemas de aquella pandilla heterogénea parecen haber sido completamente absorbidos por el Partido Socialista en Foz.El partido, como entidad, pasó a un mundo paralelo y buscan una fórmula mágica que les devuelva a la realidad en la que vivieron instalados más o menos una década: la del gobierno municipal en confortable mayoría.
Pero ahora siempre aparece alguien que les impide no ya recuperar ese gobierno local, sino disponer de una relativa tranquilidad que parece imprescindible para conseguir ese objetivo. Siempre hay alguien que les niega el Nidus.
La cosa empezó por un alboroto en el gallinero del último gobierno municipal de José María García Rivera. Su fiel lugarteniente Jaime Cancio decidió romper filas y se inició entonces un problema de primera magnitud cuya gestión fue empeorando conforme pasaban los años, hasta llegar a los sucesos de estas últimas semanas que llegaron a permitir al actual alcalde, Javier Castiñeira (del PP), marcharse de vacaciones con absoluta tranquilidad.
La historia de la creación de Unifoz y sus sorprendentes resultados está ya más que contada y poco nuevo se puede aportar. Pero hay una enorme laguna alrededor de unas declaraciones de Cancio en las que reconocía haber mantenido montones de reuniones con responsables del PSOE a nivel provincial. Si esto es así, y parece perfectamente lógico, ¿qué clase de estrategia labraron para minimizar daños? La respuesta concreta la desconozco, pero en todo caso fue errónea.
En el PSOE focense tienen ahora orden de guardar silencio, una orden que no todos cumplen para desesperación de sus superiores. Pero la marcha de sus cuatro concejales les deja fuera de esa disposición y, como era de esperar, no van a tener la boca cerrada.
De entrada, están haciendo una gira por las parroquias que está resultando un éxito total. Tal vez no por los miles de personas que acudan a verlos como si fuesen los Rolling Stones, pero sí porque están siendo los únicos que explican algo de lo sucedido, y a falta de cualquier otra versión, pues se les cree sin mayor problema y sin cuestionamiento alguno.
Todo esto no tendría mayor importancia si estuviese sucediendo hace dos años y medio, pero resulta que estamos a ocho meses de unas elecciones municipales y el PSOE de Foz está compuesto por, como mínimo, cuarenta y pico afiliados menos, no tiene ningún concejal en la corporación, no tiene candidato y parece que convocará unas primarias que perfectamente se les pueden desmandar.
Todo ello sin contar que anda por ahí un rumor de que los que dejaron el PSOE podrían estar urdiendo la presentación de una nueva candidatura, lo que acabaría de sellar su futuro.
Es muy complicado descifrar lo que va a suceder de aquí en adelante, pero un destacado miembro del PSOE comarcal me aseguraba que ese problema puntual está afectando al partido en toda A Mariña. Y no le falta razón.
El tratamiento a los ya exconcejales del PSOE no fue lo que se dice de guante blanco y eso hace que se generen recelos en otras zonas donde tampoco están para tirar cohetes.
Ahora mismo, el PSOE tendría que mostrarse como una mole granítica sin fisura de ningún tipo, y sin embargo en casos como este está dando un espectáculo tan poco edificante que no hacen más que cargar de razones a los que se abrazan al discurso de Podemos. No solo eso, sino que incluso se creó Podemos en Foz.
Y mientras tanto, a río revuelto ganancia de pescadores. Que le pregunten al PP, que se apresuró a presentar su primer candidato en A Mariña. ¿Cuál? Ya lo habrán acertado: el de Foz. Pues sí, Castiñeira, como estaba previsto, repetirá. Lo cierto es que cuantas más luchas intestinas se produzcan entre sus adversarios, mejor para él. Por eso debe de estar relamiéndose.
EL GUSTO. Una obra que nos hace muchísima falta en la comarca
ETHEL VÁZQUEZ es la conselleira que, si nada se tuerce otra vez, pasará a la historia por haber reiniciado las obras del corredor de la costa en A Mariña. Se trata de algo que hace tanta falta que hasta da grima tener que recordarlo, porque cualquiera que circule por las inmediaciones de Viveiro se dará perfecta cuenta de que esa carretera está completamente saturada. Se quedó tan anticuada que no puede absorber todo el tráfico existente. Lo mismo pasa con el tramo Barreiros-San Cibrao. El Estado se lo quedó para garantizar su buen uso y ahora resulta que no le hace mucho caso.
EL DISGUSTO. Un contencioso que tiene una pinta muy mala
LA XUNTA y el Concello de Lourenzá tienen abierto un contencioso a raíz de una subvención para el centro de interpretación del pazo de Tovar de Lourenzá que no es precisamente pecata minuta y que se gestionó en época de Vidal Martínez-Sierra. El Concello ya perdió 50.000 euros y podría perder 40.000 más. De darse esa circunstancia tendría que sustraerlo de los presupuestos municipales. Ese dinero en un concello como el laurentino se notará sí o sí en algunas cuestiones importantes para los vecinos. Más allá de las razones de cada cual, lo cierto es que la cosa no pinta bien.
(Publicado en la edición impresa el 22 de septiembre de 2014)
