Del mar al plato pasando por Xove

Una asistente, lista para comer percebes. (MARIAM GARCÍA)
photo_camera Una asistente, lista para comer percebes. (MARIAM GARCÍA)

SOLO DOS minutos de cocción bastan para que el percebe esté en su punto. El auténtico secreto reside en cocinarlo con agua de mar, lo que asegura un sabor inigualable. Los asistentes a la segunda fiesta de este crustáceo que organizó la asociación A Medorra de Xove pudieron comprobarlo ayer bajo la carpa instalada en la plaza del centro cívico.

Centenares de personas pasaron durante todo el día por el recinto habilitado para disfrutar de uno de los mariscos más exquisitos. El percebe se agarra con fuerza a las rocas más batidas del Cantábrico, a donde acuden los percebeiros para extraerlo a riesgo de su vida. Así lo reconocía ayer Amor Garrido, de Madrid, quien considera que solo por esa razón ya deberían pagárselo más.

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