Agentes del Servicio de Gardacostas de Galicia, en colaboración con la Policía Autonómica, realizaron en la mañana del miércoles una actuación que se saldó con la incautación de un vehículo, propiedad de una mariscadora profesional. Además, en la operación los inspectores de la Xunta decomisaron 119 kilos de marisco que la mujer transportaba en este coche.
Según informaron fuentes de la Consellería do Mar, este golpe contra el furtivismo es fruto de un seguimiento que Gardacostas llevaba haciendo desde días atrás a la salida de vehículos procedentes del asentamiento de A Pasaxe, con el fin de controlar la comercialización ilegal de marisco procedente de la ría de O Burgo. Así, los inspectores se incautaron del vehículo e identificaron al conductor, quien reconoció que el marisco que trasportaba procedía de la ría de O Burgo. El hombre que llevaba el vehículo, perteneciente a una mariscadora, ya tiene varios expedientes abiertos por ejercer esta misma actividad.
En esta labor de inspección los Gardacostas se hicieron con más de 22 kilos de almeja babosa, más de 13 de fina, 24 de japónica y más de 46 de berberecho, la mayoría de talla reglamentaria. El marisco se decomisó por carecer de documentación que amparara su legalidad y porque el identificado reconoció que procedía de la ría del Burgo. Una parte de este molusco fue sembrado en la zona de origen y otra se trasladó al Intecmar, para analizar la posible presencia de toxinas, ya que que parte de esta ría está clasificada como zona C (cerrada al marisqueo) y parte como zona B (lo recolectado tiene que pasar por un proceso de depuración).
En este sentido, la Consellería do Mar volvió a hacer un llamamiento a los ciudadanos para que sólo consuman el marisco adquirido de forma legal, ya que lo contrario puede suponer un riesgo para su salud. La Xunta recuerda que solo aquel producto que sea extraído y comercializado siguiendo los cauces legales es óptimo para su consumo.
