«De aí saían camións, camións e camións de pedra, levaron moitísima», recuerda algún vecino de Muras cuando se le pregunta por la mina a cielo abierto ‘Angelita Fracción Segunda’, suministradora antaño de cuarcita para la Cidade da Cultura.
Esa estampa de máxima actividad fue la habitual entre los años 2003 y 2007, en una época en la que la extracción de piedra daba trabajo de forma directa a alrededor de una veintena de personas entre camioneros, palistas y canteros. Pero este floreciente negocio tocó a su fin por las múltiples irregularidades, las denuncias y también por la existencia de problemas internos.