El corredor David García Dapena, del Xacobeo-Galicia, se adjudicó en solitario la 15ª etapa de la Vuelta a España entre Cudillero y Ponferrada e hizo por fin justicial al trabajo del equipo gallego, después de que el domingo Ezequiel Mosquera se quedase sin premio por el implacable ataque de Alberto Contador.
"Los pobres también sabemos hacer daño", había dicho el técnico del Xacobeo-Galicia, Álvaro Pino, después de acusar al líder de la Vuelta y a Leipheimer de no dar un sólo relevo. Pero no hizo falta dañar a nadie, ya que David García Dapena fue el más hábil dentro de un grupo de cuatro escapados y logró la etapa que tenía marcada desde antes de empezar la Vuelta.
El "pitoniso" de Marín entró en la meta de la capital del Bierzo con tiempo de sobra para vivir el mejor momento de su vida y rehabilitar al cuadro gallego, también de fiesta por haber asegurado su continuación en el pelotón la próxima temporada. Marcó un tiempo de 5h.02.27. Ganó la partida a rivales de postín, como el belga Nick Nuyens y el español Juan Manuel Gárate, ambos a 17 segundos del gallego.
Tras el goteo de unos cuantos corredores que venían procedentes de la escapada del día, el pelotón cerró la jornada laboral a 14.22 minutos.
Una escapada cantada
Con su victoria, este veterano profesional desde 1999 y formado en el ciclismo portugués, donde ha conseguido 10 victorias en 8 temporadas, se presentó en Ponferrada en la alta sociedad del ciclismo español.
Alberto Contador pasó un día sin sobresaltos, a pesar de irse al suelo en la etapa, con sus rivales vencidos tras dos días sometidos a los ataques del ganador del Giro. La general no se movió en la zona noble. El madrileño mantiene a su compañero Leipheimer a 1.17 y a Sastre a 3.41. No se esperan cambios hasta la cronoescalada de Navacerrada.
Tras la exhibición de Contador el fin de semana parecía cantada una escapada consentida, a la que no tardaron en sumarse 17 corredores en el kilómetro 37 -entre ellos David García-, todos ellos sin opciones en la general. También se apuntaron expertos como los belgas Nuyens y Gilbert, doble vencedor de la Het Volk, y el ruso Ignatiev, un torpedo en los kilómetros finales.
Victoria en solitario
Fue ya en tierras castellanas donde una trampa inesperada decidió la etapa. En el Lombillo, un repecho de 3 kilómetros con rampas de hasta el 15%, en una carretera estrecha, de esas que se pegan a las ruedas. Allí se sucedieron los ataques. Arroyo, Nuyens, David García y Gárate abrieron hueco, coronaron en la cuesta y bajaron a saco en zona parcheada por el asfalto.
Tras un serio intento de Nuyens, saltó con determinación David García a 4 kilómetros de Ponferrada. Los demás se dedicaron al marcaje, a mirarse, y el gallego, mientras, aprovechaba para largarse.
La decimosexta etapa unirá Ponferrada y el Bierzo a través de 186,3 kilómetros. Nada más empezar, los corredores han de afrontar el Alto del Acebo (1a), única dificultad de una jornada que vuelve al llano y supondrá el regreso de los esprinters.
