El PP soliciata un pleno para cambiar el reglamento de la Diputación

Darío Campos apura la negociación para aprobar las cuentas el 1 de marzo

La oposición, necesaria para que los presupuestos de la Diputación prosperen, asegura que a día de hoy no hay acuerdo con el gobierno

La Diputación Provincial de Lugo celebrará su próximo pleno el día 1 de marzo y el gobierno socialista tiene intención de presentar en esa sesión los presupuestos para 2017. El presidente, Darío Campos, apura las negociaciones para conseguir el beneplácito de al menos una parte de la oposición, imprescindible para que las cuentas prosperen. Sin embargo, a día de hoy no tiene el respaldo suficiente para aprobarlas.

El vicepresidente de la Diputación, Álvaro Santos, confirmó el viernes que el gobierno socialista en minoría tiene «previsión de que os orzamentos poidan ir ao pleno o día 1 de marzo». Aseguró que con esa intención están trabajando y avanzó que «haberá novidades a semana que vén».

Esta afirmación augura negociaciones intensas entre gobierno y oposición en las próximas jornadas, pues a día de ayer no había ningún acuerdo para aprobar las cuentas.

El gobierno socialista podría optar por presentarlas sin el respaldo de ningún otro grupo, pero está en minoría en el pleno y corre el riesgo de que sean rechazadas. El año pasado la oposición demostró que puede ser tenaz en la negociación y que el PSOE con 10 diputados no es capaz de imponer su voluntad a los otros 15. Las matemáticas obligan a hacer concesiones.

Todos los grupos reconocen que han hablado y se han dado pasos, pero el consenso hasta ahora se limita a la voluntad de diseñar un plan único de subvenciones que piden tanto BNG como PP para eliminar la discrecionalidad en las ayudas. No obstante, no es la única exigencia y su inclusión en los presupuestos es condición necesaria, pero no suficiente.

El diputado no adscrito, Manuel Martínez, mantiene su petición primordial: que el proyecto de construcción de la residencia de mayores de Becerreá reciba la anualidad que le corresponde en 2017. Apunta que si eso se garantiza podría apoyar las cuentas.

El PSOE quiere reintegrar en sus filas al diputado no adscrito Manuel Martínez para desactivar la fuerza del PP en la oposición

Pero la negociación de Darío Campos con Manuel Martínez va más allá del presupuesto para este año. Los socialistas buscan recuperar al diputado no adscrito para sus filas y asegurarse de ese modo que el PP se queda sin aliado para hacerle frente al gobierno desde la oposición.

Las condiciones de Martínez para jurar lealtad al PSOE no han variado desde que apoyó la moción de censura que le dio la presidencia a Campos. Quiere ser vicepresidente, responsable de vías y obras, del parque móvil y, a mayores, que se cumplan los acuerdos plenarios que promovió desde la oposición y con apoyo del PP.

«Todo está no aire», aseguraba ayer, tras recordar que sus condiciones son conocidas y que su apoyo a los presupuestos no depende de la vuelta al grupo socialista, sino de las inversiones en Becerreá. «Son guerras distintas».

Quien está dispuesto a dar batalla es el BNG. El diputado Xosé Ferreiro avanza que no apoyará unos presupuestos «que inclúan dedicacións exclusivas e persoal á carta», en referencia a la posible concesión de un sueldo a mayores de los existentes para Martínez.

La portavoz del PP, Elena Candia, teme quedarse sin aliado si prospera la negociación entre Campos y el diputado no adscrito. Acusa al primero de «pouca responsabilidade» por «usar a institución para manobras políticas» y dice que «é o presidente con menos palabra da historia».

El resultado de las conversaciones se sabrá, a más tardar, el día 1 de marzo.

Comentarios