Damm: "El informe de KPMG ha sido tan demoledor que Sousa no ha tenido más remedio que dimitir"

El consejero de Damm en Pescanova, José Carceller, ha asegurado que el informe de KPMG ha sido "tan demoledor y rotundo" que el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa "no ha tenido más remedio que dimitir, lo que equivale a asumir su responsabilidad".

Carceller ha hecho estas declaraciones al término del consejo de administración de Pescanova celebrado hoy en Chapela-Redondela (Pontevedra).

Ha indicado, además, que ahora se abre una nueva etapa para Pescanova y que hay que asegurarse de que las prácticas corruptas del antiguo equipo se acaben con de Sousa.

Ha subrayado que es responsabilidad del consejo de administración de la empresa gallega nombrar al presidente que "más garantías pueda dar a la continuidad de la sociedad".

Según el informe de KPMG, la dirección del Grupo Pescanova, con su presidente Manuel Fernández de Sousa al frente, realizó ajustes contables para no registrar pérdidas superiores a los 1.016,85 millones de euros, entre los años 2010 y 2012, y otros 436,79 millones de pérdidas no registradas anteriores a 2010.

El informe forense de la auditora KPMG detalla que para ello la dirección de Pescanova se sirvió de toda una red instrumental de sociedades cuya única finalidad era la emisión de facturas carentes de realidad mercantil, para poder descontar efectos.

Pescanova obtuvo financiación bancaria a través de operaciones de créditos documentarios mediante sociedades del Grupo sin que detrás existiera una operativa real de importación-exportación de mercancía, y por tanto tampoco documentación de embarque y aduana que fuera aportada a las entidades financieras, según el informe.

La empresa gallega realizó distintas operaciones para no registrar en sus cuentas de 2010 unas pérdidas de 208,50 millones, mientras que declaraba unos beneficios de 36,29 millones.

En el caso de 2011, las pérdidas no registradas ascendían a 240,79 millones, frente a unos beneficios declarados de 50,14 millones.

Las cuentas de 2012 -cuya no formulación desencadenó que la crisis de Pescanova se hiciera patente con su declaración de insolvencia- arrojan unas pérdidas detectadas por KPMG y no registradas por Pescanova de 567,55 millones, frente a unas pérdidas de 20,37 millones.

KPMG explica en su informe que Pescanova presentó unos estados financieros consolidados que no reflejaban la imagen real del grupo, al menos desde 2009, es decir, que el resultado neto durante esos años presentaba una cuantía significativa de pérdidas en contraposición con el resultado positivo que comunicaba a sus accionistas y al mercado.

Sousa se encuentra imputado -junto con algunos de sus directivos y consejeros- en la Audiencia Nacional por el caso Pescanova, compañía que se encuentra en concurso de acreedores con una deuda financiera neta de 3.281 millones y cuyo agujero patrimonial supera los 927 millones de euros.

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