Arde Lucus es un acontecimiento festivo consolidado, que supuso y supone un impacto muy favorable en la proyección exterior de la ciudad de Lugo. Es significativo igualmente en términos económicos por la actividad genera principalmente en la hostelería. Una huelga en el servicio de recogida de basuras que coincida con esa celebración podría dañar la calidad de acogida de la ciudad a la masiva afluencia de visitantes. Los derechos de los trabajadores no se discuten y el recurso a la huelga es legítimo cuando se agota el diálogo y se sienten vulnerados derechos. En este caso concreto, por el interés general en esas fechas del Arde Lucus, debería imponerse el diálogo.
Reducir, aunque sean coches
Hacienda subastó 37 coches oficiales. No es significativa obviamente en las cuentas del Estado el ingreso de 196.100 euros por esa subasta. Pero sí es un mensaje positivo que se reduzca el parque de vehículos oficiales que dependen de la Administración central. Rajoy arrancó con 921 coches oficiales y con la subasta de ayer está ya en 625. A efectos de ahorro habrá como siempre quien hable del chocolate del loro -el escaso o nulo valor real de ese ahorro- pero la verdad es que la suma de muchos pocos genera ahorro en el gasto general. Y la verdad es que las administraciones públicas y organismos oficiales han convertido el coche oficial en una parte más del equipamiento de cualquier cargo de designación libre. Y la verdad es que en administraciones locales, provinciales y autonómicas se ha abusado de la alta gama en los vehículos llamados de representación. La subasta de coches oficiales por Hacienda y la reducción del 29% en lo que es parque oficial ha cumplido si indica un camino en la moderación y racionalización de esos gastos que se califican por algunos como chocolate del loro.
