Cuatro tierras, un punto de unión

Asistentes al acto de inauguración del monolito de la Pena das Catro Cruces. Foto: C. PÉREZ
photo_camera Asistentes al acto de inauguración del monolito de la Pena das Catro Cruces. Foto: C. PÉREZ

A 700 metros de altitud, rodeada de naturaleza, sin más vecinos que la fauna salvaje, se halla la encrucijada de Pena das Catro Cruces, un histórico enclave cargado de simbología que marca el punto de encuentro y separación de cuatro parroquias, dos municipios y dos provincias.

Las tierras de San Pedro de Cambás, parroquia del municipio coruñés de Aranga, y de las guitiricenses de San Vicente de Os Vilares, San Xoán de Lagostelle y Santa Mariña -los relatos antiguos cuentan que en lugar de esta parroquia, con poco más de cien años de historia, al lugar llegaba otra de Aranga, A Cima- se tocan en este apartado enclave, ahora presidido y señalizado por un monolito pétreo con más de dos metros de altura, tallado in situ por el escultor Ramón Villar.

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