El «lamentable» estado de la carretera LU-862 -de Ferrol a San Cibrao- a su paso por Viveiro es de nuevo motivo de críticas por parte de vecinos y conductores, que se quejan del mal estado del firme, con numerosos baches en algunas zonas. Estas voces hablan en concreto del paso del vial por Covas, y también en la avenida Ramón Canosa, donde «hay un socavón desde hace meses».
La vecindad afirma que esta situación provoca que se entorpezca el tráfico y advierte de que han llegado a producirse situaciones peligrosas. «Hubo más de un susto e incidente», aseguran, y añaden por otra parte que la señalización de la vía «es nula; no hay señales verticales ni marcas viales», ni tan siquiera para alertar de los baches, apuntan.
Por otro lado los vecinos llaman la atención sobre las previsiones para el arreglo de este vial, que ejecuta la Dirección Xeral de Infraestruturas de la Xunta desde hace meses y que comprende desde el límite con la provincia de A Coruña en el puente de O Barqueiro hasta Area. Sin embargo las obras se paralizaron en la entrada a Covas en la rotonda de Las Sirenas, según el departamento autonómico, porque la firma Gas Galicia todavía no empezó a hacer las canalizaciones para la red de gas natural que llegará a Covas, Viveiro y el puerto de Celeiro.
Los vecinos dicen que las obras deberían ejecutarse hasta la zona de Area, lo que solucionaría el problema que denuncian, y recuerdan que así figuraba en las previsiones para conectar la carretera con la futura Vía de Alta Capacidad (VAC).
Sobre este tema también preguntó en el último pleno municipal el portavoz de Independientes de Viveiro, Guillermo Leal, quien recordó que «o pasado mes de xaneiro o deputado autonómico José Manuel Balseiro anunciaba a bombo e platillo o inminente arranxo do vial, que foi realizado ata o Alto das Sirenas». Añadía el independiente que tanto en la travesía de Cantarrana como en las avenidas da Mariña y Ramón Canosa «hai suficientes baches como para acelerar o seu remate».
Por su parte el alcalde, Melchor Roel, recordó que el Concello apuró al máximo a la empresa R para que hiciera las canalizaciones antes y así dejar vía libre a Infraestruturas para arreglar la carretera, y espera «que no pase como con el acceso al puerto de Burela, que había ocho millones y ahora no se hace porque no hay dinero».
