Médico de familia y empresario en Vilalba, el regidor ourelés (PP) emigró desde su Chantada natal a Navarra de niño. Regresó a Galicia para estudiar la carrera en Santiago y aterrizó en Ourol para quedarse.
CONVERSADOR infatigable, Marcial Sanjurjo (Chantada, 1955) exporta sus argumentos vehementemente, sin ataduras. Vive resignado el mal momento que pasa el país. Es pesimista y muy crítico con el actual sistema político del que dice sentirse desencantado.
Fue usted un niño viajado.
Mi padre era médico, y aquí no había mucho trabajo. Se fue a Navarra, al valle de Guesálaz, cerca de Estella. Allí estuve hasta los ocho años.
¿Y después?
Fuimos a un pueblo de la ribera de Navarra, a Carcar, y allí estudié hasta que me vine a hacer Medicina a Santiago.
¿Qué recuerdos tiene de su niñez?
Muy felices. Recuerdo un día que tuvimos que pasar agachados delante del colegio para ir al pantano a pescar porque mi padre había dicho que estábamos enfermos.