El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, plantea en Bruselas dedicar los fondos europeos al crecimiento y por esa vía crear empleo. Tocaría ahora cerrar lo que está en ejecución y que las inversiones en grandes infraestructuras viarias pasen a un plano secundario. Habría que preguntarse, no para flagelarse sino para corregir a futuro, si eran una prioridad muchas de las obras que se hicieron, pensemos en los aeropuertos.
El desarrollo de Galicia no está lastrado ahora mismo por falta de infraestructuras, con independencia de que sea una necesidad dar término a las obras en marcha, como la modernización del ferrocarril. Apostar por la inversión y el apoyo a lo que signifique crecimiento generará empleo y población.
Nervios como indicadores
Baja la libra y baja la cotización de las acciones de empresas escocesas. El nerviosismo por lo que pueda suceder en el referendo escocés llega al Gobierno de Londres -nuevas promesas para Escocia- y llega a la City, al núcleo del dinero.
El día 18, jueves de la próxima semana, tres millones de escoceses están llamados a votar para pronunciarse sobre la apertura de un proceso negociador entre Londres y Edimburgo para la independencia de Escocia. Pondrían así fin al Acta de la Unión de 1707 por la que Escocia, independiente desde el siglo IX, se integra en el Reino Unido. Lo que suceda en Escocia el jueves 18 es un interrogante.
Lo sondeos hasta fechas recientes eran favorables al no. Pero el último que se ha conocido daba 51% al sí y 49% al no. Pero lo que suceda allí, como apunta la sensibilidad financiera, tendrá consecuencias no solo en el Reino Unido y no solo en la influencia que pueda representar para el movimiento independentista catalán.
