Corte de Wert

EL MINISTRO de Educación reconsiderará la pretensión de situar en el 6,5 de nota el corte para acceder a las becas. No debería ser este, probablemente, el asunto más cuestionable de sus reformas. Pero la armó de nuevo con ese 6,5. Tampoco es argumento frente al paro llenar las universidades de estudiantes o simplemente matriculados. A quien se beneficia de la universidad pública, becario o no, hay que exigirle responsabilidad y trabajo. Defendamos la igualdad de oportunidades y que nadie quede excluido por razones económicas, como hicieron ayer los alumnos con mejor nota en la selectividad. Pero no renunciemos al objetivo del esfuerzo y la máxima calidad. Wert mantiene en el tiempo niveles de polémica, contestación y desacuerdo. Rubalcaba amenaza con el Tribunal Constitucional. La política educativa deberían entenderla los grandes partidos como asunto de Estado, suprapartidaria y con la realidad de las autonomías. Las presiones de grupos deberían llegar por la vía del debate público -exposición y contraste- y no por la negociación oculta. Es absolutamente bananero que cada Gobierno modifique con sus criterios las leyes de educación. La actual polémica debería servir para rectificar esta perversión de buscar la ideologización partidaria en la educación.

TOROS

También en Galicia han politizado la posición sobre las corridas de toros. El Parlamento gallego lo dejó claro ayer. Es un choque de nacionalismos, el de quienes ven en la prohibición un avance identitario diferenciador y el de quienes ven en su mantenimiento la defensa de la identidad española. Absurdo, en ambos casos. A favor o en contra de las corridas de toros, con sacrificio del animal, se debería poder tomar posición sin necesidad de imaginarios nacionalistas de unos y otros.

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